A corazón abierto: El grupo artístico “La ira de Dios” muestra sus procesos de producción

Los hilos invisibles con los que un artista da forma a su obra podrán vislumbrarse mañana cuando el centro Chela abra al público las puertas de los talleres del espacio “La Ira de Dios”, donde una decena de artistas de diversos países llevan adelante un intenso trabajo de creación e investigación

La antigua fábrica que hoy funciona como activo centro de experimentación e investigación artística en el barrio porteño de Parque Patricios, titulada Espacio Chela  (Iguazú 451) abrirá de 15 a 17 los talleres del primer piso, en el marco de una experiencia que apunta, entre otras cuestiones, a promover esa práctica y a acercar el arte a la comunidad.

En un espacio heterogéneo y desconcertante que remite tanto a un laboratorio como a una carpintería, un estudio de dibujo o incluso una fábrica de juguetes, los artistas dialogarán con los visitantes y les mostrarán la cocina de sus producciones.

 

 

Se trata de los argentinos Camilo Guinot y Gimena Castellón-Arrieta, el binomio canadiense Penelope et Chloë, la suiza Tanja Weidmann, los japoneses Nobuyuki Yamamoto y Yasunori Kawamatsu, la española Natalia Ocerin,el colombiano Larry Muñoz y el brasileño Marcelo Bressanin.

La iniciativa -que cuenta con apoyo del British Council- propone un recorrido entre telas manchadas con pintura, mecheros que transforman tierra roja en pigmentos esenciales, escobas al por mayor que van armando un gigantesca esfera, guardapolvos escolares desarmados y vueltos a coser en piezas imposibles o altavoces que van dando forma a una extraña red sonora.

Mientras Penelope et Chloë, dúo que diseña excéntricos trajes para optimizar la experiencia de lo niños en espacios de juego (como estrafalarias orejeras si se trata de una plaza ruidosa o esponjosos overoles contra el frío) visita escuelas públicas atraídas por los guardapolvos blancos de los alumnos; Guinot se concentra en el trabajo precarizado utilizando escobas como materia; y Castellón-Arrieta se apropia del cartón, en el marco del reciclado que muchas personas realizan en las calles para sobrevivir.

“El campo del arte contemporáneo es muy amplio, lo más importante es generar un espacio abierto de colaboración e intercambio y construir una red de experimentación e investigación artística. Esta experiencia, por ejemplo, llegará a Reino Unido el próximo año en formatos diversos, entre otras muestras o intervenciones”, dice por su parte Pablo Caligaris, director del proyecto La Ira de Dios.

 

 

En ese marco, el argentino Santiago Poggio -artista que ha construido una mitología personal muy potente, mezcla entre El Bosco y la ciencia ficción- participará del Festival de Arte de Edimburgo con una exhibición que podrá verse entre el 28 de julio y el 25 de agosto.

“Será una oportunidad de experimentar”, dijo Poggio, en temas como “el uso de la geometría y su influencia sobre los cuerpos, los sistemas de relaciones, la construcción de la historia, las narrativas consensuadas e internas, y las fantasías personales contrapuestas a los estímulos externos”.

El Festival de Arte Edimburgo es una plataforma creada en 2004 dentro de los festivales culturales que en agosto toman la capital escocesa, que reúne a las principales galerías, museos y artistas del mundo, junto a talentos emergentes.

 

(Télam)