Donald Trump vuelve a ser noticia de la mano de su discurso siempre fanfarrón y agresivo. En esta oportunidad, el magnate se refirió a Cuba y anunció que su gobierno endurecerá su política hacia La Habana.
“Lograremos una Cuba libre”, dijo Trump en Miami, en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, un lugar que recuerda la fallida invasión en Bahía Cochinos, en 1961.
“Prometí ser una voz contra la represión en nuestra región. Ser una voz para la libertad del pueblo cubano. Ustedes votaron por esa promesa y aquí estoy, como lo prometí”, dijo el presidente estadounidense en medio de los aplausos de un público claramente contrario al gobierno de Raúl Castro.
Y a continuación, también incluyó al gobierno de Nicolás Maduro en su envalentonado discurso. “Para Estados Unidos es mejor que haya libertad en nuestro continente, en Cuba o en Venezuela. Mi gobierno no se va a esconder ni excusar al régimen castrista. Sabemos lo que pasa y recordamos lo que ha ocurrido”, dijo Trump.
Junto al vicepresidente Mike Pence, y en medio de gritos de “Trump sí, Castro no”, Trump añadió que el gobierno cubano “no favorece al pueblo cubano, sino que enriquece al régimen”.
Hoy, el diario cubano Granma señaló que “más de 284 mil estadounidenses visitaron Cuba durante el 2016, para un crecimiento del 74% en relación con el año anterior”, e indicó que, según una encuesta reciente del Pew Research Center, el 75 % de los estadounidenses apoya el acercamiento entre La Habana y Washington.