Los prisioneros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en cárceles israelíes no podrán ver el Mundial de Fútbol que se disputará en Rusia, ordenó el ministro de Seguridad Pública y Asuntos Estratégicos de Israel, Gilad Erdan.
“No tengo ninguna intención de permitir que los terroristas de Hamas vean el Mundial de Fútbol, mientras retienen en Gaza los cuerpos de nuestros soldados y tienen secuestrados a nuestros ciudadanos”, anunció el ministro a la prensa local tras la orden impartida al Servicio de Prisiones, informaron los periódicos israelíes Haaretz y Maariv.
Se refería a los cuerpos de Hadar Goldin y Oron Shau, soldados caídos durante la operación “Filo Protector” en 2014, y a dos civiles israelíes con problemas mentales que entraron a la Franja por su propio pie y sin permiso, Abera Mengistu, de origen etíope, y el árabe israelí Hisham Al Sayed.
Erdan pidió cambiar las regulaciones que afectan a los presos para impedir que los encarcelados en condiciones de alta seguridad puedan ver ciertos canales de televisión.
La Asociación de Fútbol Egipcia cree que finalmente el jugador estará recuperado para debutar el 15 de junio en el estadio de Ekaterinburgo, frente a Uruguay, partido que -de cumplirse los deseos del ministro israelí- los presos de Hamas no podrán disfrutar.
En junio del año pasado, el Servicio de Prisiones de Israel canceló los permisos de visita a los familiares de prisioneros de Hamas, para presionar al movimiento islamista para que devuelva los cuerpos de los muertos y a los dos civiles.
Se estima que alrededor de 1.200 presos pertenecientes a la organización islamista se encuentran en cárceles israelíes.
En 2011, con mediación de Egipto, Israel acordó excarcelar 1.028 prisioneros palestinos a cambio de la liberación del soldado Guilad Shalit, retenido más de cinco años en la Franja, y a lo largo de la historia ha intercambiado alrededor de 7.000 prisioneros palestinos a cambio de 19 israelíes vivos y ocho cadáveres.