Canadá va en camino a transformarse en el primer país del G7 en allanar la legalización definitiva de la marihuana recreacional -tras la liberación de su uso medicinal en 2001-, con 205 votos a favor y 82 en contra en la Cámara de los Comunes (Diputados), que la remitirá al Senado sin posibilidad de ser bloqueada.
La ley estipula la posibilidad del cultivo de cuatro plantas por hogar. Los ciudadanos mayores a 18 años podrán comprar un gramo al precio de 10 dólares canadienses (7,5 dólares estadounidenses) a través de vendedores públicos y privados autorizados, y su distribución estará a cargo de la provincia o el territorio. Se determinó en 30 gramos mensuales el límite de su consumo legal.
Tras la aceptación del parlamento, el proyecto retornará al Senado que lo remitirá a la firma de la gobernadora general del país, Julie Payette, quien dispone de tres meses para emitir el decreto de aplicación para ponerla en vigencia.
El país había legalizado en 2001 el uso medicinal del cannabis bajo prescripción médica. En este caso se trata del uso recreacional.
La ministra de Salud, Ginette Petitpas, aseguró que se podrá cultivar “así como los canadienses pueden hoy hacer sus vinos y sus cervezas”. “Uno de los puntos conflictivos para el senado era el autocultivo, que el gobierno defendió. Tras estudios tanto en Uruguay, en Holanda y en Canadá hay una tesis de que la marihuana no es la puerta de entrada a las drogas duras, sino el dealer (el vendedor) y su efecto góndola”, aclaró Emilio Ruchansky, editor de la revista argentina THC.
En los siete meses que atravesó el proyecto, el gobierno liberal rechazó 13 de las 46 enmiendas propuestas por el Senado, antes votarlo finalmente en diputados.
“Uno de esos puntos, además del autocultivo, era la exigencia de que las empresas que se registren debieran hacerlo de forma pública, que el gobierno negó”, señaló Duchansky. “Una de las cosas que plantea la ley es la imposibilidad de hacer publicidad, y que salga a la venta en paquetes planos, no pueden ser semajantes a los de golosinas ni poder ser abiertos por niños”, aclaró el editor de THC.
El ministro de Justicia, Jody Wilson-Raybould, planteó que “se hará de una manera cuidadosa para mantener (la marihuana) fuera del alcance de los niños y para evitar que delincuentes hagan provecho” de la ley. Según agencias internacionales, un análisis del consumo en el país durante 2017 estimó un movimiento de 5.700 millones de dólares canadienses (4.500 millones de dólares estadounidenses).
Según el ministro de Finanzas, Bill Morneau, su regulación implicará la recaudación de 400 millones de dólares canadienses (300 millones de dólares estadounidenses) para Canadá.