Néstor Pitana tuvo una buena actuación como arbitro de la final

Asistido por Hernán Maidana -jugó su tercer Mundial- y Juan Pablo Belatti, el arbitro mostró pocas tarjetas amarillas -sólo tres- y soportó algunas quejas sin sancionarlas disciplinariamente, sobre todo de los futbolistas croatas.

Néstor Pitana, el segundo árbitro argentino en dirigir la final de una Copa del Mundo tras la experiencia de Horacio Elizondo en Alemania 2006, tuvo un desempeño correcto en el partido decisivo de Rusia 2018, en el que cobró un penal para Francia apoyado en el VAR.

Una vez iniciado el juego en el estadio Luzhniki de Moscú, la primera acción polémica se produjo a los 15 minutos, cuando Lucas Hernández pareció golpear sin pelota a Ivan Perisic, acción que Pitana no vio, y Belatti, mejor ubicado, tampoco se lo hizo notar.

Más tarde, a los 33 minutos, llegó una jugada clave en el desarrollo del juego. Griezmann pateó un tiro de esquina desde la izquierda, Blaise Matuidi saltó a cabecear y Perisic, por detrás, tocó la pelota con su brazo izquierdo.
Rápidamente, los futbolistas franceses corrieron hacia Pitana, que pareció no ver la mano, reclamando penal. Convocado por los asistentes del VAR -el principal el platense Mauro Vigliano-, el misionero fue a ver la jugada en el monitor correspondiente.

Pitana primero pareció dudar, ya que cuando retornaba al campo de juego, volvió sobre sus pasos para observar nuevamente la pantalla y ahí sí se dirigió al punto del penal, cobrando la pena máxima, que Griezmann cambió por gol.

Lo cierto es que cerró su segundo Mundial de la mejor manera, con una buena participación en su quinto partido – noveno si se le suma Brasil 2014- para batir su récord personal de encuentros mundialistas.