Biancoshock se mueve en la zona gris de la perfomance, el activismo y el arte callejero. Su lugar de trabajo no es un taller o en alguna institución reconocida. Como el inglés Banksy, el italiano se mueve en las calles, y allí transcurre su trabajo artístico.
Algunas de sus intervenciones más conocidas ocurren en pozos, o cámaras subterráneas en donde habitualmente se encuentran medidores o llaves de los servicios públicos.Un baño, un living comedor y una cocina son algunas de sus creaciones en pozos en donde apenas entra una persona.
“Mis ‘experimentos’ no son el escaparate para promocionar mis actividades, no requieren ninguna descripción. Ellos son simplemente oportunidades para comunicarse y desencadenar reacciones en la gente común. Estoy hablando de aquellos que, aunque con poca o ninguna educación artística, todavía quieren ser sorprendidos y movidos por algo que quedó en la calle para que todos lo vean”, expresó Biancoshock.
El artista afirmó que sus “obras” intentan hacer reflexionar sobre las personas que viven en la calle en Europa, muchas de ellas en alcantarillas. Sin embargo, Biancoshock y sus obras tampoco le escapan a cierta cuota de humor.
Biancoshock ya desplegó su creatividad por distintas ciudades europeas más allá de Milán. Albania, Bélgica, Croacia, Estonia, Francia, Alemania, Inglaterra, Hungría, Lituania, Malta, Noruega, Polonia, Portugal y Rumania, entre otros países, ya tuvieron el paso del artista milanés. Muchas de sus creaciones -él cuenta más de 900 producciones- pueden verse en sus redes sociales y en su web.