La libertad de expresión y de prensa es el eje central del primer Congreso de Centros PEN de América Latina, que se desarrolla hasta el sábado en la Ciudad de Buenos Aires (en la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura y en la Casa de la Lectura), y que reúne no solo a poetas, ensayistas y novelistas (que, con sus iniciales, dan nombre a la organización PEN Internacional) sino también a periodistas, dramaturgos, editores e intelectuales de la región y de otros países no hispanos.
El congreso de la organización, creada en 1921 en el Reino Unido, apunta a “discutir los temas que más preocupan a periodistas y escritores en el libre ejercicio de su trabajo.”
El encuentro es encabezado por Jennifer Clement, presidente de PEN Internacional y Carles Torner, director ejecutivo. Según dio a conocer la organización, el congreso versará sobre “temas como las problemáticas que debilitan la libertad de expresión en la región, así como los derechos lingüísticos, la importancia de la defensa de la literatura y la protección de las mujeres como lo contempla el Manifiesto de la Mujer, documento histórico de PEN Internacional.”
La reunión está organizada por Centro PEN Argentina, que preside la escritora Luisa Valenzuela, PEN Internacional y el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el encuentro de intelectuales también se debatirá acerca de la censura en países como Nicaragua, que actualmente enfrenta una ola de violencia que afecta a periodistas y escritores; Honduras y México con la creciente ola de asesinatos a periodistas y Venezuela, que atraviesa una crisis aguda en el ejercicio de las libertades.
Periodistas, editores, escritores de Chile, Colombia, Uruguay, Guatemala, Puerto Rico, Haití, Bolivia, Paraguay, México, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Ecuador, Cuba, Brasil y Canadá también discutirán las necesidades que, señalan, deben ser atendidas en el continente americano en relación con los derechos lingüísticos.
El PEN Internacional indica que es la primera organización mundial y de escritores en hacer hincapié en que la libertad de expresión y la literatura son inseparables.
