Desde la consultora Ecolatina, anticiparon que, en el segundo semestre, el PBI “arrojará un retroceso, aunque más moderado porque el impacto de la sequía se diluirá en los próximos meses”.
En 2017, la economía creció 1,3 por ciento y en el primer trimestre, 3,6 puntos. Pero entre abril y junio, la actividad cayó un 3 por ciento, en comparación con igual período del año por ciento, como consecuencia de la “sequía, el ajuste de precios regulados, el salto cambiario y política fiscal y monetarias duras”.
“La combinación de varios shocks negativos juntos lleva a pensar que la caída de la actividad será, incluso, mayor a la de los últimos años pares. Prevemos una caída del PBI en 2018 en torno a 0,6 por ciento interanual”, estimó la consultora, que prevé que el resurgimiento de “brotes verdes” se producirá “a comienzos del año que viene”.
“A principio de 2018, parecía que la economía argentina se encaminaba a romper la maldición de los años pares. Sin embargo, la sequía, el fuerte ajuste de tarifas y la crisis cambiaria derrumbaron las perspectivas de crecimiento”, analizó el informe de Ecolatina.
La consultora estimó que la consolidación de la “tregua cambiaria” provocará una baja de las tasas de interés “a niveles más acordes a la dinámica productiva”. No obstante, advirtió que la recuperación de la confianza y las expectativas positivas necesitará “tiempo”.
Ecolatina indicó que el aumento de tarifas de los servicios públicos y la inflación por “la fuerte suba de costos” retraerá el consumo.
“La actividad volvería a crecer en 2019, impulsada por la recuperación real de las prestaciones sociales (por desaceleración de la inflación), una mejor cosecha agrícola (si no se repite la sequía) y recuperación de sectores transables, por la mejora del tipo de cambio real”, estimó la consultora. No obstante, advirtió que el crecimiento del año que viene “no está garantizado”.
“La economía argentina depende de un clima benigno en el campo, de un contexto internacional comercial y financiero favorable y de la fortaleza electoral del oficialismo en pos de acotar la formación de activos externos privadas típicas de los años de elecciones”, concluyó Ecolatina.