Las calles en los alrededores del Congreso se tiñeron hoy de verde y celeste, cuando militantes a favor y en contra de la legalización del aborto se hicieron presentes para vivir de cerca la sesión y seguir con atención la votación prevista para la madrugada.
Con los pañuelos característicos de ambos bandos colgando de mochilas, rejas y agitados a lo alto, la marea humana que desbordó la Plaza del Congreso no se dejó amilanar por el frío y la lluvia y, al igual que en la sesión de la Cámara de Diputados de junio pasado, se preparó con ropa de abrigo, paraguas y mate para montar una vigilia a la espera de la decisión final.
La plaza volvió a dividirse en dos sectores en medio de un fuerte operativo de seguridad a cargo de la Policía Federal y de la Ciudad: aquellos que estaban a favor de la legalización del aborto permanecieron a lo largo de la Avenida Callao, mientras que los grupos denominados “provida” se ubicaron, del otro lado de la plaza, desde la Avenida Hipólito Yrigoyen hacia el sur.
Entre estudiantes universitarios, de secundario y diferentes organizaciones sociales, no pasó desapercibida Alicia Schejter, una de las cinco pioneras que en 1987 empezó a militar el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, para lograr la legalización.
Peinando canas, la mujer reconoció, en diálogo con NA, su sorpresa ante la multitudinaria presencia, principalmente de jóvenes: “La verdad es que nunca creímos que esto iba a pasar. Es increíble que las chicas más jóvenes lo hayan tomado como propio y se hayan sumado a esta lucha”.