José López declaró en los Tribunales de Comodoro Py como “arrepentido” en la causa por los cuadernos de las coimas y, por cuestiones de seguridad, fue modificado su lugar de detención y trasladado a un “domicilio reservado” tras ingresar al Sistema de Protección de Testigos e Imputados.
Similar es el caso del financista Ernesto Clarens, cercano al matrimonio Kirchner y quien también hizo este viernes su descargo como “arrepentido” tras haber sido mencionado por algunos de los empresarios como el receptor de las coimas, por lo que Bonadio decidirá si acepta su solicitud.
Clarens es hombre clave en las causas donde se investiga si los Kirchner lavaron dinero: de hecho su financiera, Invernes S.A., es foco de diversas investigaciones y acusada de haberle garantizado al empresario Lázaro Báez la es estructura necesaria para llevar millones de dólares al exterior.
A través de él, Stornelli y Bonadio buscan desentrañar el destino del dinero de las coimas trasladadas en los bolsos, según surge de los escritos del ex chofer del ex secretario Roberto Baratta, número dos del ministro de Planificación Federal Julio De Vido.
López, en tanto, fue incorporado al Sistema de Protección de Testigos que funciona en el ámbito de la Secretaría de Justicia, tras haber manifestado que tenía temor por su seguridad y la de su familia por haber declarado finalmente en la causa que involucra a empresarios y ex funcionarios del kirchnerismo.
Por ese motivo, no regresará al penal de Ezeiza, donde se encuentra detenido desde aquella madrugada de junio de 2016 cuando fue detectado con bolsos con millones de dólares en un convento de General Rodríguez: será alojado transitoriamente en un “domicilio reservado”.