Woody Allen es conocido, entre otros motivos, por estrenar una película por año (desde hace 36 años). Pero este 2018, sin embargo, podría ser distinto. El director, según consignas distintos medios estadounidenses, se encuentra en una crisis con sus patrocinadores: por un lado, su último film, A rainy day in New York -que terminó de rodarse en octubre de 2017- podría demorarse en llegar a las salas (y nadie sabe a ciencia cierta si finalmente llegará a proyectarse). Pero, según las versiones periodísticas, el panorama para el director podría ser peor, al no encontrar financiamiento para sus proyectos en carpeta.
Las razones para esta crisis de apoyo para Allen apuntan a las acusaciones que hizo la hija adoptiva del cineasta, Dylan Farrow. Farrow contó, en distintas ocasiones, el abuso que habría sufrido por parte del director cuando ella tenía siete años. El hombre ganador de cuatro premios Oscar en distintas oportunidades siempre negó los abusos. Sin embargo, Amazon Studios tendría dudas acerca de si sacar su última película.
El film, del que no se conocen muchos detalles, contaría la historia de una pareja que llega a Nueva York, pero el mal tiempo los lleva a meterse en distintas aventuras. Timothée Chalamet, Selena Gómez, Rebecca Hall, Elle Fanning y Jude Law son parte del elenco.
Amazon, además, cuenta con un antecedente que refuerza sus dudas: la última película de Allen, Wonder Wheel, no tuvo ningún éxito, fue retirada antes de tiempo del festival de Nueva York tras las protestas del movimiento de denuncia #MeToo. A esto se suma, además, que el film contendría una escena que no pasaría desapercibida en los tiempos que corren: según la prensa de Hollywood, en un momento se mostraría el coqueteo de una adolescente de 15 años a un hombre mayor.
De acuerdo a The Hollywood Reporter, Amazon estaría dispuesto a dar de baja el contrato que mantiene con Allen, aún cuando tenga que desembolsar varios millones para dar por finalizado el vínculo contractual.
“Woody Allen siempre consiguió fantásticos actores. Las estrellas trabajaban por un salario mínimo porque les daba prestigio, pero con el movimiento #MeToo, ahora él es tóxico”, señaló, por otra parte, PageSix.
Ante este presente turbulento, según el New York Post, el director se tomaría un año de descanso hasta conseguir nuevos auspiciantes. El vocero del cineasta, sin embargo, desmintió la información dada a conocer por el medio estadounidense. Amazon, por su parte, no dio precisiones sobre qué hará con la película y el contrato que tiene con el célebre director.