La Legislatura porteña aprobó modificaciones a los Códigos Urbanístico y de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires tras cuatro meses de debate en la Comisión de Planeamiento Urbano.
Antes había 27 alturas posibles, pero a partir de ahora sólo habrá seis, y el 70% de la Ciudad tendrá edificios de menos de cinco pisos, con un máximo permitido de 38 metros, es decir, un total de 12 pisos.
De este modo, en las avenidas principales, como Libertador o 9 de Julio, se permitirán hasta 38 metros, lo que equivale a planta baja y 12 pisos; y en otras avenidas y calles comunes podrán ir hasta los 22 o lo 16,5 metros (según el barrio); mientras que para las calles más chicas y los pasajes el tope será de 10 metros (PB y dos pisos).
Se permitirá un mínimo de 21 m² para la construcción de los departamentos, y se quitará la obligación de contar con una vivienda para los encargados de edificios: alcanzará con un vestuario para el encargado o se podrá contratar a una empresa para la limpieza, de modo de reducirse las expensas.
En el nuevo Código se señala que tanto la colocación del bidet como de la bañera en las construcciones no será obligatorio y se permitirá la colocación de ventanas en las medianeras.
Otro de los cambios es que se promueve una ciudad policéntrica, lo que atraerá comercios y servicios a los barrios, evitando que en determinadas áreas concentren actividades específicas.
También se plantea un desarrollo urbano consciente a partir de la identificación y creación de unidades sustentables, que se desarrollarán entre avenidas o calles transitadas; se redirigirá la circulación vehicular hacia las avenidas; se priorizará la movilidad peatonal y la creación de nuevos espacios verdes.
Los establecimientos comerciales, como bares y restaurantes, podrán construir baños unisex, y no se permitirá la construcción de nuevos shoppings.