Para la Unesco, la restauración del Museo Nacional de Río de Janeiro, que a comienzos de mes sufrió un incendio que destruyó gran parte de sus colecciones, llevará un tiempo de trabajo de, al menos, diez años.
Marlova Jovchelovitch Noleto, representante en Brasil de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), afirmó que el organismo estimó esa cantidad de años en función de “situaciones similares” acontecidas en otros países. Según las propias autoridades brasileñas, la institución perdió el 90 por ciento de su acervo patrimonial.
El edificio, de 200 antigüedad, que en su momento sirvió como una casa real, quedo destruido casi completamente y, según las autoridades, el fuego se habría originado a causa de un cortocircuito. Había sido fundado en 1818, y albergaba colecciones enteras de paleontología, zoología, geología, botánica y arqueología. Las estimaciones hablan de un acervo de más de 20 millones de objetos de valor científico y cultural, aunque solo 1 por ciento estaba exhibido.
“Será un trabajo gradual, y en varias etapas se podrá ir abriendo el museo nuevamente para recibir al público”, afirmó Jovchelovitch Noleto en una conferencia de prensa. El primer paso en la restauración, indicó la Unesco, será la identificación de las piezas que hayan sobrevivido al fuego del 2 de septiembre pasado. Asimismo, el nuevo museo recibirá donaciones de otras instituciones de alrededor del mundo.
Por su parte, la titular de la Misión de Emergencia de la Unesco que se trasladó a Brasil para atender las tareas de restauración dijo que “no existe en este momento ninguna solución mágica que permita reconstruir el museo en algunos meses”. Mientras tanto, continúa la investigación que busca establecer las causas que originaron el fuego.