Las protestas en en el marco de la cumbre del G-20 no favorecen la estancia de Melania Trump, la esposa del presidente de Estados Unidos, en Alemania. Mientras su esposo se reúne con otros mandamases del mundo, ella permanece atrapada en su hotel, impedida de salir por los manifestantes anticapitalistas.
“Hasta ahora la Policía no nos ha dado el ok de seguridad para poder abandonar la residencia”, declaró una portavoz de la primera dama estadounidense a la DPA.
El piquete que no la dejó salir de su residencia afectó la reunión que Melania iba a tener con las mujeres y hombres de los mandatarios. La cita iba a ser en un barco, y el anfitrión, el esposo de la canciller alemana Angela Merkel.
La agenda de la esposa del magnate estadounidense incluye un almuerzo, y esperaba que el bloque se destrabe en lo inmediato, para así poder salir a comer. Más tarde, tiene previsto visitar el Centro Alemán de Investigación Climática, para conocer los secretos del tiempo.
Quien también vio frustrado su recorrido turístico por las pintorescas calles de Hamburgo fue el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson. El funcionario habrá vivido escenas de pánico al toparse con 500 encapuchados anarquistas, aunque finalmente el servicio secreto pudo rescatarlo de la emboscada anticapitalista.
