El empresario Carlos Wagner, titular de ESUCO, pidió que su confesión como “imputado colaborador” en la denominada “causa de los cuadernos” no sea usada en su contra en el expediente que lleva adelante el juez federal Sebastián Casanello.
Wagner reveló el sistema de cartelización en la adjudicación de obra pública durante la gestión kirchnerista, en una de las declaraciones que fueron tomadas como cruciales por el fiscal Carlos Stornelli y el juez federal Claudio Bonadio para dictar 42 procesamientos por asociación ilícita, entre ellos el de la senadora nacional Cristina Fernández. El presidente de la Cámara de la Construcción de 2004 a 2012 se refirió también al pago de sobornos en dos obras en las que intervino la brasilera Odebrecht.
A través de un escrito presentado hoy ante Casanello, Wagner solicitó que sus declaraciones en la “causa de los cuadernos” no sean usados en su contra.
“El suscripto no debería utilizar en su contra las manifestaciones vertidas en esta otra investigación, incurriría en una violación al principio de autoincriminación”, requirió Wagner, en su presentación al titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 7.
“Dichas manifestaciones surgieron con motivo de un acuerdo para una finalidad específica: obtener una reducción de la pena a cambio de aportar información bajo un compromiso de decir la verdad. Esto impide que esta información pueda extenderse a otros procesos con un objeto procesal distinto e introducirse de modo oblicuo”, concluyó el empresario.
Casanello indagó a Wagner en la causa en la que investiga el presunto pago de sobornos de la constructora Odebrecht para obtener el contrato de AySA para la construcción de dos plantas potabilizadoras, una en Zárate y otra en Berazategui.
El empresario fue involucrado a partir de las declaraciones que hicieron los “arrepentidos” en el Lava Jato brasileño Luis Mameri y Marcio Faria.
“No se han registrado transferencias por parte de empresas involucradas, ya sea en el país o en el exterior, a su nombre o a ESUCO S.A”, sostuvo Wagner.
No obstante, Mameri declaró en Brasil que fue el empresario argentino quien lo contactó con las autoridades de AySA y que les indicó que debían asociarse con empresas locales como Roggio, Supercemento y Castellone Hermanos para formar parte del cartel de compañías entre las que se repartían los contratos de obras públicas.
(Con información de NA)