El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado hoy a nueve años y medio de prisión, en el marco de una causa de corrupción vinculada con la empresa Petrobras. Pese a la sentencia, el dirigente político podrá apelar en libertad.
El juez Sergio Moro condenó a Lula en primera instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, al entender que el ex presidente brasileño recibió sobornos y dádivas por parte de la empresa OAS, y que incluyeron el “regalo” de un departamento en la zona de Guarujá, en San Pablo.
De acuerdo al dictamen, los sobornos ascendieron a US$ 1,2 millones. A cambio de los pagos, Lula favoreció a OAS en contratos con Petrobras, según Moro.
En todo momento Lula negó las acusaciones en su contra y argumentó que los cargos que se le imputan surgieron de una delación forzada.
Además del ex mandatario también fueron condenados por delitos de corrupción el presidente del Grupo OAS, José Adelmário Pinheiro hijo, el director de la empresa Franklin Magalhaes Medeiros, entre otros ejecutivos, junto alpresidente del Instituto Lula, Paulo Tarciso Okamoto.
La condena llega en medio de la lucha de Lula por reconquistar el protagonismo político en Brasil, en momentos en que el presidente Michel Temer cuenta con un índice de popularidad de 7%.
En caso de que la condena quede firme, Lula no podrá presentarse en las próximas elecciones presidenciales, debido a que la sentencia establece una prohibición de 19 años para ejercer cargos públicos.
El ex mandatario además tiene otras cuatro causas en su contra, relacionadas a la obstrucción de la Justicia, tráfico de influencia, asociación ilícita, lavado de dinero y corrupción pasiva.