Después de conocerse la condena al ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, a nueve años y medio de prisión, fue su sucesora y amiga, la ex mandataria Dilma Rousseff quien salió a defender al dirigente más importante del Partido de los Trabajadores (PT).
“Sin pruebas, están cumpliendo el guión trazado por los grandes medios de comunicación. Hace años que Lula, el presidente más popular de la historia del país y uno de los líderes más importantes del siglo XXI, viene sufriendo una persecución sin cuartel”, aseguró la ex presidenta en un comunicado.
Lula fue condenado hoy por el juez Sergio Moro por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, al entender que el ex presidente favoreció a la empresa OAS en los contratos con Petrobras a cambio de sobornos. Sin embargo, Lula podrá apelar la condena en libertad. Además, la sentencia de Moro incluye la prohibición a Lula de ejercer cargos públicos por 19 años.
Rousseff señaló también que su país “no puede aceptar más este paso en dirección hacia el estado de excepción: las garras de los golpistas intentan manchar la historia de un héroe del pueblo brasileño. No lo lograrán”.
La ex mandataria sostuvo que Lula es “inocente” y que el proceso en su contra es víctima de una “flagrante injusticia y de un absurdo jurídico que avergüenza a Brasil”.
Rousseff agregó que la condena contra su compañero en el PT forma parte de una maniobra para que el ex mandatario no pyeda presentarse en las próximas elecciones presidenciales en 2018. La ex presidenta llamó al pueblo brasileño a “resistir” y convocó a sus simpatizantes a “rescatar a Lula en 2018”.
Los abogados de Lula, por su parte, afirmaron que la condena su defendido es un avance contra la democracia de Brasil y anticiparon que apelarán la decisión judicial en la ONU y otros tribunales.
