El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, juzgó hoy que la movilización convocada por la CGT para el 22 de agosto en solidaridad con los trabajadores despedidos de PepsiCo tiene un “tinte político”, mientras que el dirigente del gremio de camioneros y de la CGT Pablo Moyano aseguró que intentará que la marcha “sea antes”.
Tras descartar que luego de los comicios el Gobierno planee avanzar en una “flexibilización laboral” como lo plantea el kirchnerismo y la izquierda, Triaca aseguró que le llama “la atención” que uno de los motivos para la protesta que llamó la CGT para el mes próximo sea para solidarizarse con la situación de los empleados tras el cierre de la planta de PepsiCo ubicada en la localidad bonaerense de Florida.
“Se ha cumplido con lo que establece la ley” y el gremio de la Alimentación consiguió “una doble indemnización” para los damnificados, afirmó.
Asimismo, en relación a la demanda de la central obrera por los puestos de trabajo perdidos en todo el país, Triaca respondió que “el nivel de empleo ha crecido en los últimos nueve meses”.
Con respecto al procedimiento que terminó en el cierre de PepsiCo y los despidos de trabajadores, Triaca reiteró que el sindicato de la Alimentación, que conduce Rodolfo Daer y “es miembro de la Confederación General del Trabajo”, estuvo “presente en las audiencias y fue partícipe de las negociaciones”. En tal sentido, opinó que la movilización convocada por la CGT para agosto “tiene más un tinte político que una mirada de reclamo en sí mismo”.
Por su parte, consultado por la falta de reacción de dirigentes sindicales de la CGT ante la política del gobierno de Mauricio Macri, Moyano respondió: “Dormidos creo que no, deben estar vegetativos”. Moyano, en declaraciones a radio FM La Patriada, se mostró disconforme con la fecha puesta por la central obrera para una manifestación y destacó: “Vamos a tratar de que la movilización sea antes, pero no queremos que ningún político vivo quiera aprovechar esta situación”.
De todas formas, criticó a un grupo de gremialistas porque “iba a haber una marcha el 7 de agosto”, seis días antes de las elecciones primarias, pero “la señora ex presidenta (Cristina Fernández) retó a tres dirigentes gremiales”, ya que temía que esa acción la perjudicara en los comicios, “y levantaron la marcha”, dijo en referencia a Sergio Palazzo, Horacio Ghillini y Héctor Amichetti.
En la marcha que planea la CGT habrá “muchísima gente” por lo que puede producirse “un incidente” y se busca evitar “que ningún dirigente salga beneficiado”, argumentó.
La manifestación del 22 de agosto fue lanzada ayer por la CGT, tras el violento desalojo a los trabajadores que quedaron sin empleo de la empresa Pepsico.
“Estos debates tenemos dentro de la CGT, lo importante es que se tomó una decisión, ojalá que se pueda adelantar para que el Gobierno de una vez por todas se dé cuenta de que esta política económica está destruyendo los salarios, los puestos de trabajo”, remarcó.
Por otra parte, defendió la postura de la CGT ante el conflicto de Pepsico al manifestar que él mismo atendió a los delegados en la Secretaría Gremial de la central obrera y “apoyó una acción en una empresa” vinculada con esa firma.
Moyano instó a “frenar el plan de ajuste” del Gobierno “a través del voto” en las elecciones de octubre y a manifestarse “en la calle con movilizaciones y medidas de fuerza que seguramente se van a ir profundizando”.
