El ya clásico “Festival Internacional de Cine documental” comienza hoy y se desarrollará hasta el 2 de agosto. Con cuatro secciones competitivas en las que se desarrolla la competencia, el Festival además ofrecerá conferencias y charlas, focos y proyecciones especiales que recorrerán las salas del Gaumont, el Cosmos y la UMET.
Éste es el primer Festival Internacional dedicado al cine Documental en Argentina, un espacio donde el cine de lo real, películas con una misma vocación, dialogan entre ellas y abordan la diversidad de formas y haceres particulares que toman como materia a la realidad.
El Fidba, a diferencia de otros festivales documentales cuyas temáticas suelen ser más específicas, al menos en la propuesta local, parece haber hecho de la diversidad de temáticas y formas uno de sus principales lemas. El jurado integrado por el documentalista español Ricardo Íscar –quien, a su vez, dictará un seminario de tres días acerca de los principales estilos del documental creativo–, la docente e investigadora Alejandra Portela y el realizador Daniel Rosenfeld serán los encargados de evaluar las distintas propuestas fílmicas previamente seleccionadas, que se suman a unos cincuenta títulos entre largos y cortometrajes, y algunas proyecciones especiales.
Si bien lo que caracteriza al Fidba es justamente la heterogeneidad de propuestas, éste año habrá año un foco dedicado al cine documental polaco, divido a su vez en tres bloques, y para la ocasión estará de visita presentando algunos de sus trabajos el director de fotografía Wojciech Staroñ.
El Festival, según la organización, también tiene como objetivo “ser un espacio de encuentro para autores que ensanchan tanto la percepción de la realidad como las maneras de expresarla y pensarla a través del cine, pero también de las artes, los nuevos formatos audiovisuales y nuevas narrativas que van desde la fotografía a las instalaciones, desde el teatro documental hasta la narración transmedia, sin olvidar las intersecciones entre lo real y la ficción”. El Festival está abierto, en definitiva, a todas las obras de carácter documental que suponen una reflexión y un esfuerzo de comprensión de lo real.
Y continúa: “Frente a un mercado que impone y convierte a todas las relaciones en parte de un gran espectáculo, el cine documental mantiene y reafirma su carácter, pues haciéndose a cada momento y dejándose gobernar por realidades que no se pueden controlar fácilmente, debe necesariamente inventar formas sobre cuestiones siempre irresueltas: el documental es incapaz de reducir el mundo a un dispositivo previo o apriorístico. Y aunque sus procedimientos son siempre, y por naturaleza, precarios, inestables y frágiles, esa es exactamente su potencia y su estímulo mayúsculo: estar allí para permitir la construcción de nuevos mapas, explorar sobre aquellos que no nos son enteramente conocidos aún”.
Para consultar sedes, horarios y actividades, dirigirse a la web: http://www.fidba.com.ar/2017/