Alberto Croce: “El debate sobre UniCABA se volvió muy marketinero”

El secretario de la Campaña por el Derecho a la Educación consideró que la creación de la UniCABA es “un mecanismo chavista de conducción del gobierno porteño” para poder conducir el sistema educativo.

Como el proyecto “Secundaria del futuro”, para implementar reformas en el nivel medio de enseñanza, la creación de la Universidad Docente de la Ciudad de Buenos Aires (UniCABA), para la formación de docentes, volvió a generar polémica en la comunidad educativa.

Para empezar, los rectores de los institutos superiores, los docentes, los estudiantes, los gremios y los académicos no se sintieron convocados a la discusión y elaboración del proyecto, que tras un recorrido de varios meses, esta tarde se aprobaría en la Legislatura porteña.

La redacción original surgió a fines del año pasado del Ministerio de Educación porteño, que conduce Soledad Acuña, en forma casi inconsulta. Luego, se debatió en seno de la Comisión de Educación de la Legislatura, en rondas de consulta con referentes de la comunidad educativa, lo que derivó en un nuevo proyecto, que es el que llegó al recinto.

La iniciativa establece un sistema de “información estadística y evaluación de la formación docente”, para la “evaluación institucional de los institutos de formación docente” y la creación de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, que, según establece el artículo 16, “tendrá por objeto conformarse en un centro de altos estudios orientado a la promoción del conocimiento desde la enseñanza, la investigación y la extensión universitaria”.

Desde la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación coinciden en la necesidad de mejorar la calidad educativa y la formación docente, pero consideran que la creación de carreras docentes universitarias no aborda ni resuelve esa cuestión.

“No creo que porque la educación docente se convierta en universitaria vaya a ser más jerarquizada. Hay que revalorizar los profesorados haciendo que funcionen bien”, opinó Alberto Croce, integrante de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación, en diálogo con Diario Vivo.

Por otro lado, Croce cuestionó el “contexto de enfrentamiento” que generó el Gobierno proteño con la comunidad educativa en torno al proyecto UniCABA y el achicamiento del presupuesto para educación.

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¿Cuáles son las principales críticas al proyecto impulsado por el oficialismo?

-El punto que nos preocupa más es la construcción de política pública sin consenso y enfrentándose con los actores de la comunidad educativa. En el mundo hay una corriente muy fuerte que pone a los docentes como los que obstaculizan los cambios que se quieren hacer en la educación y consideran que entonces hay que desarticular los movimientos docentes. Si te ponés en contra a los principales actores de la comunidad educativa, eso te enfrenta y frena los avances.  Entonces, se negocian concesiones que generan un proyecto que está muy lejos de la idea original y un posible proceso de avance. El consenso en la política educativa es clave.

En cuanto a la propuesta de creación de una universidad docente, ¿cuáles son los principales cuestionamientos?

-Es poco consistente. El proyecto parte de un diagnóstico sobre el sistema educativo que se puede compartir, pero la solución parece de pensamiento mágico.  La UniCABA no va a resolver los problemas que se plantean, de valorización y jerarquización de la formación docente. Parece más un tema de control del sistema de formación docente, que de mejorar la calidad educativa.

¿Qué aspectos debería incluir el proyecto para mejorar la calidad educativa?

– Un proyecto que mejore y potencie la calidad educativa debe tener un presupuesto mejor y el presupuesto para educación del año próximo está achicado por todos lados, en infraestructura, en salarios. No identificamos posibles partidas para eso el año que viene, ni para la UniCABA. Todo eso hace que el proyecto sea bastante inconsistente.

Con respecto a las suspicacias que generó la primera redacción en torno a la posibilidad de que los institutos de formación docente quedaran absorbidos por la UniCABA, ¿quedaron saldadas con las modificaciones que se incorporaron?

-La cuestión de los profesorados está planteada de una forma muy vaga y confusa, que en este contexto no ayuda en nada. Se subraya el tema de generar mejores sistemas de formación pero para eso no hace falta la UniCABA. Acá hay como un mecanismo chavista de conducción: como el gobierno porteño no podía controlar los profesorados, crea su propia universidad para conducir. Me parece que habla de una debilidad política para conducir el sistema educativo.

Uno de los argumentos esgrimidos para defender la creación de la UniCABA es que alentará la elección de la carrera docente y la formación de maestros. ¿Cree que es así?

-Me parece que quienes se quieren dedicar a la educación lo hacen porque quieren. No se puede decir rápidamente no hay chicos que no quieran estudiar para ser maestros. En general, hacen al revés: primero el profesorado y después la universidad, hay más casos de estos que de los otros. Estamos en una ciudad que tiene muchos recursos pero le faltan docentes. Eso se resuelve jerarquizando y valorizando desde la política y la economía, con mejores salarios y con una infraestructura adecuada. No creo que porque la educación docente se convierta en universitaria vaya a ser más jerarquizada. Hay que revalorizar los profesorados, haciendo que funcionen bien. Hoy, recibirse en algunos profesorados lleva cinco o seis años, más que en algunas universidades. Eso no quita que muchos docentes no puedan jerarquizar su formación en universidades. En lugar de eso, te van a poner un lugar lindo y cuidado a dos cuadras.

¿Qué rescata del proyecto que se debate hoy en la Legislatura?

-Me parece bueno que nos preocupemos por una buena formación docente. Me parece rescatable y valoro y apoyo esa buena intención en este proyecto. Cómo incorporamos la tecnología y abrir la mirada de los docentes sobre el mundo, esas cosas están en el espíritu y lo valoro, pero no creo que para eso haga falta generar una UniCABA y menos en un contexto de enfrentamiento. Mi miedo es que, más allá de que se apruebe, no se pueda implementar. Esto no son buenas voluntades, es política y a la política hay que construirla. El debate se volvió muy marketinero, pero ocultó otras cosas sobre las que hay que discutir: sistema educativo y las diferentes miradas sobre el futuro.