Mauricio Macri y los demás líderes del G20 celebran hoy el segundo y último día de deliberaciones en Buenos Aires, en medio de trabajosas negociaciones por superar sus divisiones en grandes temas, como el comercio y el cambio climático.
Con los mercados expectantes y nerviosos, Trump ha presentado la histórica reunión en esta ciudad al término de la cumbre del G20 como una oportunidad única para China de cumplir con sus exigencias o, de lo contrario, sufrir incluso mayor presión arancelaria.
La cumbre en sí misma, a la que asisten los líderes francés, ruso y saudita, entre otros, busca con denuedo tratar de forjar un acuerdo sobre cambio climático y otros temas conflictivos, y además lidia con la súbita escalada militar entre Ucrania y Rusia.
Las divisiones entre los líderes de los países que producen las cuatro quintas partes de la riqueza planetaria quedaron evidentes desde la apertura de la cumbre, cuando Macri reclamó cooperación internacional y diálogo para resolver los problemas del mundo.
Diplomáticos del G20 discutían intensamente sobre la formulación del comunicado final, con desacuerdos iniciales sobre qué lenguaje utilizar respecto al Acuerdo de París sobre cambio climático y sobre la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El tema del cambio climático casi frustró la cumbre del G20 del año pasado en Hamburgo, Alemania, luego de que Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París.El pacto es fuertemente defendido por el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, ambos presentes en Buenos Aires.
Laura Jaitman, la deputy del canal de Finanzas del G20 por el Ministerio de Hacienda argentino, dijo ayer que los líderes habían hecho progresos en cuestiones de finanzas y comercio y que confiaba en que fuera posible un comunicado final consensuado.