La Unión Europea parece decidida a combatir la diseminación de las noticias falsas, o fakenews. Sin dejar de mirar de reojo a Rusia, Bruselas anunció que, desde el primer día de 2019, las grandes plataformas como Facebook, Google, Twitter y varias más, deberán informar mensualmente sobre la eliminación de cuentas y usuarios que se encarguen de distribuir información falsa, y otras accciones en el mismo sentido.
El plan contra la desinformación se aprobó este miércoles y, detrás de la urgencia por separar la paja del trigo en relación de las noticias que circulan en redes sociales se encuentran las más de 50 elecciones que se desarrollarán en Europa en los próximos dos años. Según la Comisión Europea, en los próximos meses es seguro que las campañas de desinformación “aumentarán” en la web.
Las redes sociales tendrán como obligación cancelar las cuentas que sistemáticamente difundan fakenews y también etiquetar a los llamados bots (cuentas automatizadas).
En Estados Unidos, las fakenews fueron promovidas, se ha visto, por medios afines al mismo presidente Donald Trump. Pero al mismo tiempo, siempre que se habla de noticias falsas vuelve a sobrevolar la sospecha de la injerencia rusa.
El vicepresidente de la Unión Europea Andrus Ansip le apuntó directamente al Kremlin.“Hay pruebas sólidas que señalan a Rusia como fuente primaria de desinformación en Europa. La desinformación forma parte de la doctrina del Ejército ruso y de una estrategia cuyo fin es dividir y debilitar a Occidente”, aseguró Ansip, según consigna la agencia Reuters.
Siguiendo con las acusaciones, el vicepresidente de la UE señaló a dos medios periodísticos rusos como parte de la red de desinformación que harían peligrar la estabilidad política en el continente: Russia Today y Sputnik. “No tienen nada que ver con libertad de información sino con fake news”, afirmó.
El plan europeo incluye la creación de un sistema de alertas a disposición de los gobiernos, para que puedan advertir y encarar respuestas a posibles campañas en curso de fakenews en curso, la contratación de especialistas para que monitoreen las redes sociales y fortalecer la concientización de las masas que utilizan las redes sociales. Para ellos, ya hay un presupuesto, con un total de 5 millones de euros para afrontar lo que algunos ya se animan a denominar una “guerra híbrida”.