¿Qué es lo primero que se nos viene a la mente cuando hablamos de tragedia marítima? Probablemente sea el caso del hundimiento del Titanic acaecido en 1912. Sin embargo, el 30 de enero de 1945 quedará signado en la historia como el día que ocurrió la mayor tragedia marítima de la que se tiene registro. Una tragedia que nadie recuerda y que Ruta Sepetys trata de desenterrar de los confines de la historia.
“Lágrimas en el mar” es el recuento ficcionado de la mencionada tragedia. La noche del 30 de enero de 1945, un submarino soviético disparó cuatro torpedos contra el Wilhelm Gustloff. Cada torpedo llevaba las siguientes leyendas: “Por la madre patria”, “Por el pueblo soviético”, “Por Leningrado”,”Por Stalin”.
El Gustloff, un transatlántico que funcionaba como buque hospital y transporte de evacuación se hundiría en el puerto de Gotenhafen. Llevando a 9.343 almas a una tumba de agua helada.
Con magistral proeza Ruta Sepetys reflota a las víctimas de aquella tragedia de las páginas muertas de la historia. “Lágrimas en el mar” es una novela contada desde varios puntos de vista.
El libro es un conjunto de relatos de la Segunda Guerra Mundial en primera persona. Los ciudadanos desplazados, los judíos perseguidos, los alemanes creyentes pero también los desilusionados. Y como sus caminos se entrecruzan en su búsqueda por escapar de los horrores de una guerra que les pisa los talones.
Florian un prusiano, ex soldado alemán, artista y con más de un secreto en su equipaje.
A Florian lo acompaña Emilia. Una adolescente polaca superviviente de la tragedia de Nemmersdorf. Pero Emilia también tiene secretos. Está embarazada aunque no se atreve a develar el nombre del padre de su hijo. Se aferra a Florian, quien la salvó de un soldado ruso.
Sus caminos se cruzarán, intempestivamente, con el de Joana. Una lituana que se ve obligada a huir de su tierra natal ante la inminente llegada de los soviéticos. Joana, una estudiante de enfermería que vive asediada por el remordimiento.
Juntos se unen a un grupo de sobrevivientes y desplazados y emprenden un viaje a lo que esperan que sea su salvación. En un viaje repleto de peligros, el grupo emprende el camino hacia Gotenhafen. Según los rumores, allí espera el magnífico transatlántico alemán Wilhelm Gustloff, encargado de llevar adelante la Operación Aníbal que se prepara para evacuar a miles de refugiados durante los últimos coletazos de la guerra.
En la ciudad de Gotenhafen está Alfred. Fanático nazi, cobarde y soldado, encargado de la evacuación. La historia es caprichosa y hará que los destinos de estas personas se terminen entrecruzando.
Sepetys reconstruye las historias de estos personajes de manera magistral. Con un estilo de escritura simple, la autora logra hacer que ellos salten de las páginas del libro.
Al conocer a la perfección los pensamientos de cada uno de los protagonistas, Ruta Sepetys logra una profunda conexión con el lector. Una novela que despierta empatía, tristeza y que le arrancará lágrimas hasta al más duro de los corazones.
La importancia de este tipo de literatura la plasma la propia autora en las palabras finales de la novela.
“Toda nación posee una historia oculta, incontables historias conservadas solo por quienes las vivieron. Las historias de guerra las leen y discuten en todo el mundo lectores cuyas naciones estuvieron en bandos contrarios durante la contienda. La historia nos dividió, pero mediante la lectura podemos unirnos en el relato, el estudio y el recuerdo. Los libros nos unen en una comunidad de lectores global, y, lo que es más importante, en una comunidad humana global que lucha por aprender del pasado”
Una lectura indispensable, conmovedora y muy necesaria.
FICHA TÉCNICA:
Título: “Lágrimas en el mar”
Autora: Ruta Sepetys
Sinopsis: “Una prima de mi padre estuvo a punto de embarcar en el Wilhelm Gustloff y me pidió que diera voz a aquellos que murieron creyendo que sus historias se habían hundido con ellos”. Este es el origen de la novela, en palabras de la autora.
El Wilhelm Gustloff ha quedado asociado para siempre con la mayor tragedia marítima de la historia. En él viajaban más de 9.000 pasajeros, entre refugiados, personal de abordo y militares alemanes. Debería haberlos llevado hacia la libertad y lejos del asedio al que estaba siendo sometido el este de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero nunca llegó a su destino. Pues fue el blanco de varios torpedos lanzados desde un submarino soviético el 30 de enero de 1945.
Apasionada por los capítulos ocultos de la historia, Ruta Sepetys da voz en esta ocasión a cuatro jóvenes protagonistas cuyos caminos se cruzan cuando son evacuados en el Wilhelm Gustloff, como los más de 4.000 niños y adolescentes que lo hicieron para ir al encuentro de su futuro. Nunca llegaron, pero sus historias no se hundieron con ellos.
Editorial: Maeva
