Las pinturas, dibujos e instalaciones de Clorindo Testa se desplegarán, desde el martes 11, en el primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes.
Realizadas a partir de 1968, las 33 obras conforman la exhibición “Esta es mi casa”, que propone repensar, desde una mirada actual, el importante y singular legado plástico del pintor y arquitecto nacido en Italia en 1923 y fallecido en Buenos Aires en 2013.
“Toda su trayectoria puede pensarse como una gran reflexión sobre la tensión irresuelta entre los modos de vida y los dispositivos ‒la casa, el museo, la galería, la calle‒ en que transcurren. Una pulsión liberadora que convoca la potencia metafórica del color y las formas, así como vuelve alegórica la materia desnuda, atraviesa sus trabajos como un indicio sugestivo de que un enigma siempre confiere sentido a las cosas con las que tramamos nuestra vida”, expresó el director del museo Andrés Duprat.
Las curadoras de la muestra, María José Herrera y Mariana Marchesi ‒directora artística del Museo‒, explican: “Como arquitecto, Testa reflexiona sobre las falacias de la modernidad y su funcionalismo, critica el hacinamiento y las rutinas de ordenamiento a las que el ciudadano contemporáneo está sometido. Desde la pintura, desarma los postulados de la arquitectura moderna y racionalista, aquella que había marcado su formación”.
En el hall central del primer piso, la obra que abrirá la exposición es “Apuntalamiento para un museo”, una reconstrucción de la instalación que Testa realizó en 1968 en el Bellas Artes para la muestra colectiva “Materiales, nuevas técnicas, nuevas expresiones”, auspiciada por la Unión Industrial Argentina. En ella, el artista desafió la “casa del arte” con un gesto entre crítico y humorístico: un andamio ubicado dentro del edificio sostenía una pared y el techo.
Hacia 1975, Testa se unió al Grupo CAYC, fundado por Jorge Glusberg en el Centro de Arte y Comunicación, una plataforma colectiva desde donde el arquitecto desplegó sus intereses de artista y urbanista.
Desde finales de los años 80, su lenguaje, siempre expresionista, sintonizó con las tendencias de la denominada pintura posmoderna.
La exhibición explora el cruce de disciplinas y presenta los modos en que su pensamiento visual se nutre de las técnicas de la arquitectura en la representación del espacio, herramientas con las que trabaja temas propios de la urbanística y la ecología. Las obras que forman parte de la muestra provienen de la colección de la familia Testa, y de otros acervos públicos y privados, como el Bellas Artes, Cancillería Argentina, Fundación Proa, colecciones Balanz Contemporánea y Daniela Mac Adden.
(Con información de Télam)