El objetivo de la propuesta de Donald Trump es reducir el número de personas con estatus de refugiados a 50.000, eliminar completamente el sistema aleatorio que EEUU pone en práctica para otorgar permiso de residencia de forma aleatoria a personas de todo el mundo.
“Se dará prioridad a los solicitantes que hablen inglés, puedan mantenerse financieramente a ellos mismos y a sus familias, y contribuyan a nuestra economía”, expresó Trump.
El mandatario opinó que la legislación ayudará a “crear un sistema de inmigración basado en el mérito”, y que “reducirá la pobreza” en Estados Unidos, “aumentará los salarios y ahorrará a los contribuyentes miles de millones de dólares”.
Los senadores norteamericanos apoyan la idea que se basa en la regulación de la inmigración en Canadá y Australia, dos países que imponen criterios estrictos para atraer al talento extranjero.