El 16 de enero de 1933 nacía Susan Sontag. Escritora, novelista y ensayista. Pero también docente, directora de cine y guionista.
Sontag se doctoró en Filosofía en la Universidad de Harvard. Continuaría sus estudios en la Sorbona. Se desempeñó como profesora en el departamento de religión de la Universidad de Columbia. Además fue miembro de la Academia Americana de Letras
La trayectoria de esta académica es vasta y muy rica. Escribió novelas, cuentos y ensayos. En el año 2001 recibió el Premio Jerusalén de Literatura.
Sontag fue una de las intelectuales más influyentes de las décadas de los 60 y 70. Exploraba la distancia que hay entre la realidad humana, cultural, artística y nuestra interpretación de esa realidad. En 1968 se publicó una recopilación de sus ensayos más lúcidos que trataba sobre estos temas. “Contra la interpretación” pronto se convirtió en uno de los textos más representativos de su generación.
Pero Sontag no sólo revolucionó la academia con sus incisivas reflexiones sino también renovó el ensayo americano y lo transformó en un instrumento capaz de interpretar nuevos fenómenos de la cultura de masas como las drogas y la pornografía. Estos tópicos sirvieron como disparadores para su segundo libro de ensayos, “Estilos radicales”, publicado en 1969.
En los años 70, luego de ser diagnosticada con un cáncer y tras un duro y agresivo tratamiento contra la enfermedad, la autora vertió sus experiencias en una obra autobiográfica titulada “La enfermedad y sus metáforas”. Este texto sería luego complementado y ampliado con una obra ensayística titulada “El sida y sus metáforas”. Ambos textos examinan la forma en que ciertas enfermedades originan actitudes sociales que pueden resultar más dañinas para el paciente que las enfermedades mismas.
La propia Sontag resumió sus creencias en las siguientes líneas, que aparecieron en las primeras páginas de su diario, una entrada escrita en 1947. Con tan sólo 14 años, esta mujer de letras ya tenía bien en claro en lo que creía.
“Creo:
(a) Que no hay un dios personal o vida después de la muerte
(b) Que lo más deseable en el mundo es la libertad de ser fiel a uno mismo, es decir, la honradez
(c) Que la única diferencia entre los seres humanos es la inteligencia
(d) Que el único criterio de una acción es su edecto último en la felicidad o infelicidad de una persona
(e) Que está mal privar a cualquiera de la vida”
Intelectual paradigmática que refleja muy bien el espíritu de los años sesenta y setenta. Sontag fallecería a los 71 años, en el año 2004, de Leucemia.