El gobierno británico sobrevivió hoy a la moción de censura presentada por el Partido Laborista para forzar la renuncia de la primera ministra, Theresa May.
El Parlamento rechazó la moción de censura por 325 votos contra 306, con el apoyo de los parlamentarios rebeldes del Partido Conservador y el DUP, el partido norirlandés que apoya al gobierno de May.
La moción se produjo luego de que ayer la Cámara de los Comunes rechazara la propuesta oficilista para concretar la salida del Brexit del Reino Unido.
Ambos votaron ayer en contra del acuerdo de la líder británica para reglamentar el Brexit, pero hoy cerraron filas ante la posibilidad de que la caída del gobierno lleve a elecciones anticipadas y a un posible triunfo del líder laborista, Jeremy Corbyn.
Superada la moción, ahora May deberá concentrarse presentar un nuevo plan del Brexit para el lunes.
“Seguiremos trabajando para cumplir la solemne promesa que hicimos al pueblo de este país de cumplir el resultado del referéndum y abandonar la Unión Europea”, aseguró la premier británica.
“He propuesto una serie de reuniones entre parlamentarios de alto nivel y representantes del gobierno en los próximos días”, adelantó May y que le gustaría invitar a discutir a Corbyn.
May advirtió que debe encontrar soluciones que sean negociables y que cuenten con el apoyo suficiente de los diputados.
“Volveremos a la Cámara el lunes para presentar una moción enmendable y para hacer una declaración sobre el camino a seguir”, indicó.