Dos muertos y ocho detenidos es el resultado final del enfrentamiento entre militares venezolanos que se revelaron en contra del gobierno de Nicolás Maduro y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en un cuartel de la ciudad Valencia.
Los militares rebeldes forman parte de un grupo liderado por el por el ex capitán de la Guardia Nacional Juan Caguaripano (prófugo desde hace tres años por rebelión). El grupo armado ingresó al cuartel Paramacay y mantuvo un enfrentamiento con las Fuerzas Armadas leales al gobierno de Maduro, que calificó el levantamiento como “un ataque paramilitar de tipo terrorista”.
Previamente, en un video difundido en las redes sociales, Caguaripano afirmó que él y sus hombres se posicionan “en rebeldía” contra lo que calificaron como “la tiranía” de Maduro.
Según las primeras versiones, los rebeldes habrían robado armas y municiones del cuartel al que ingresaron. Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más fuertes del chavismo, afirmó que en el cuartel y sus alrededores la situación ya se normalizó.
“Luego del ataque terrorista al Fuerte Paramacay, se activaron planes de defensa, despliegue de tropas, para garantizar la seguridad interna. Nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) actuando con máxima moral en defensa de su Honor, de la Paz, y de la Patria ha controlado la situación, seguiremos informando”, comunicó Cabello.
Según el gobernador opositor Henrique Capriles, Ramón Rivas, un dirigente opositor que se manifestaba en contra del gobierno fue baleado por las fuerzas armadas y murió.