Un diagnóstico de cáncer infantil es una noticia que impacta y puede afectar a toda una familia. Todos los días, tres menores de edad y sus seres queridos se enteran de un diagnóstico de cáncer infantil. La noticia puede tener un impacto negativo en toda la familia. Pero más allá de los miedos y dudas comprensibles, en nuestro país la sobrevida -el porcentaje de personas que viven después de un determinado tratamiento- creció 14 por ciento, entre 2010 y 2014.
Según datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), desarrollado por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), entre 2000 y 2004 la sobrevida promedio a 3 años en niños de 0 a 15 años de edad era del 63,1 por ciento, mientras que entre 2010 y 2014 aumentó al 72,4 por ciento, lo que implica una mejora del 14,7 por ciento. La detección, el abordaje terapéutico temprano y la mejora en el soporte clínico de los niños son los pilares fundamentales que contribuyen a aumentar la chances de curación, indicaron especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría y del INC en el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemora este 15 de febrero.
En nuestro país se producen anualmente aproximadamente 1.370 casos de cáncer infantil en niños entre 0 y 15 años de edad, lo que implica más de tres diagnósticos nuevos en promedio por día, según los datos oficiales. En cuanto a los lugares de atención, más del 80 por ciento de los casos registrados se tratan en hospitales públicos, y 4 de cada 10 (44 por ciento) de los niños en algún momento de su tratamiento deben trasladarse a centros de mayor complejidad. Esta información permite conocer más el abordaje del cáncer infantil en Argentina y así poder orientar, por ejemplo, las políticas públicas, con conocimiento certero de la situación actual.
“Si bien recibir la noticia de un diagnóstico de esta condición en un familiar puede tener un impacto emocional fuerte, es importante recordar que, con el diagnóstico a tiempo y el tratamiento correcto, en muchos casos el cáncer infantil se cura, como reflejan los datos relevados por el Registro”, expresó Viviana Bacciedoni, secretaria del Comité Nacional de Hematología-Oncología y Medicina Transfusional de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Los tipos de cáncer más comunes en niños son las leucemias, tumores cerebrales y tumores sólidos. Por lo general, en comparación con los adultos, presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación.
Factores a tener en cuenta
“La prevención no suele ser determinante en el caso de la edad pediátrica, porque es limitado el tiempo de exposición a factores de riesgo que presentan los niños. Sin embargo, hay dos factores que deben ser tenidos en cuenta: la carga hereditaria de una enfermedad, que debe hablarse con el especialista y corresponde a situaciones poco frecuentes y muy específicas, y en relación a la radiación solar deben tomarse los recaudos necesarios, ya que está comprobada la asociación con el melanoma en la adultez”, detalló la médica hemato-oncóloga Florencia Moreno, directora del ROHA y coordinadora del Programa Nacional de Cáncer Pediátrico del INC y miembro de la SAP.
Con respecto a la detección temprana, los especialistas insisten en que ante cualquier síntoma fuera de lo común, los padres o cuidadores consulten con el pediatra, quien debe estar alerta y conocer las características de estas patologías para poder detectarlas a tiempo.
“Consideramos al cáncer pediátrico como una enfermedad familiar: el tratamiento debe contemplar a todos los miembros. Los padres suelen sentir conmoción, incertidumbre, negación, culpa y ansiedad. Los hermanos, por su parte, pueden tener miedo, preocupación y culpa, pero también -en ocasiones- celos, porque sus padres están muy dedicados al hijo enfermo. Esto puede resultar en que el hermano tenga trastornos de escolaridad, pesadillas y enuresis (hacerse pis involuntariamente). Por esto, se aconseja el acompañamiento terapéutico a toda la familia”, apuntó Bacciedoni.
Una fecha de la Superliga por la concientización sobre el cáncer infantil
Este fin de semana, los jugadores de los planteles de Boca, River, San Lorenzo, Vélez, Lanús, Newell’s, Banfield, Gimnasia de La Plata, Defensa y Justicia y Colon vestirán al salir a la cancha una camiseta blanca, con los logos de la Fundación Pediátrica Argentina, la Fundación Leo Messi y el Instituto Nacional del Cáncer. El objetivo será concientizar y difundir la existencia del cáncer infantil así como de los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes y sus familias ante este diagnóstico.
Además, en el partido que disputarán Boca y Lanús el domingo en La Bombonera, 12 chicos pacientes del Hospital Garrahan que están en tratamiento acompañarán a los jugadores en la manga, en la salida a la cancha. Las iniciativas son impulsadas por la Fundación Pediátrica Argentina (FuPeA), la Superliga Argentina de Fútbol, la Fundación Leo Messi y el Instituto Nacional del Cáncer de Argentina.
Finalmente, la jornada concluirá con la presencia del plantel de Boca Juniors, que visitará a los niños en tratamiento en el Servicio del Hospital Garrahan.
“El objetivo esencial de esta jornada es además defender la necesidad de que todos los niños del mundo tengan independientemente de su país de origen, estatus económico o clase social acceso a un diagnóstico y tratamiento preciso y a tiempo y por ende las mejores posibilidades de curación. Con un diagnóstico temprano, disponibilidad y acceso a tratamientos y cuidados apropiados, así como con medicinas esenciales asequibles la muerte de niños con cáncer es evitable”, destacó Marcelo Scopinaro, director médico ejecutivo de FuPeA y ex Jefe del Servicio de Hemato-Oncología del Garrahan.