La Cámara de los Comunes británica rechazó hoy, por tercera vez, el acuerdo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Hoy se cumplía el plazo para concretar el abandono del bloque por parte de Gran Bretaña, aprobado en un referéndum celebrado en junio de 2016. Sin embargo, la semana pasada el Reino Unido negoció una postergación con la U.E. hasta el 12 de abril.
A pesar del ofrecimiento del la primera ministro británica, Theresa May, de renunciar si el Parlamento aprobaba el acuerdo para salir de la U.E., los diputados británicos volvieron a rechazar el pacto, por 344 votos en contra y 286 a favor (34 legisladores conservadores estuvieron entre los que rechazaron la iniciativa y cinco laboristas la apoyaron).
La diferencia fue menor que en la votación de enero y marzo, pero genera una complicación para el gobierno conservador de May.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó a una cumbre el 10 de abril, para que los líderes de la U.E. discutan los pasos a seguir tras el nuevo rechazo del acuerdo.
Las alternativas que tiene ahora el gobierno de May son dar marcha atrás con el Brexit; buscar otra prórroga o salir del bloque sin un acuerdo, lo que tendría efectos económicos muy perjudiciales tanto para el Reino Unido como para la U.E.
El Parlamento británico votará el lunes una serie de mociones, en un intento de diseñar una nueva estrategia. Uno de los reclamos al acuerdo negociado entre el gobierno de May y el U.E. es que fue elaborado unilaterlamente, sin el consenso de todas las fuerzas políticas parlamentarias.
Tras su tercera derrota, May dijo que seguirá luchando por un “Brexit ordenado” y calificó de “grave” la decisión del Parlamento.
El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, instó a May a modificar el acuerdo por el Brexit o renunciar y anticipó que, en el encuentro del lunes, el Parlamento tendrá oportunidad de elaborar “un mejor acuerdo para el futuro de este país”.