Así lo notificó hoy el ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia, en una declaración en Quito en la que el gobierno explicó la decisión “soberana y apegada a derecho” de poner fin al asilo del activista, que fue detenido hoy por la policía británica en Londres.
“Los efectos de la nacionalidad quedan suspendidos por irregularidades…por constituir un acto administrativo lesivo”, dijo el canciller en una comparecencia con la ministra del Interior, María Paula Romo, según informó la agencia de noticias EFE.
La nacionalidad le fue concedida al ciberactivista en diciembre de 2017 dentro de una estrategia de la anterior canciller, María Fernanda Espinosa, para poner fin a la situación de asilo continuado desde 2012.
Espinosa, entonces del ala más izquierdista del gobierno de Lenín Moreno, nacionalizó al activista australiano para ofrecerle un puesto diplomático y con ese estatus poder sacarlo del Reino Unido.
La iniciativa fracasó porque Londres se negó a aceptar esa decisión unilateral ecuatoriana -de la que Moreno se desligaría posteriormente- y advirtió que lo detendría en cuanto saliera de la sede diplomática londinense.
Hace unos meses, la diputada conservadora Paola Veintimilla hizo una investigación sobre el caso y llegó a la conclusión de que se habían trasgredido las leyes ecuatorianas sobre concesión de la nacionalidad, argumento que hoy ha esgrimido Valencia para dejarla en suspenso.
En la comparecencia, de apenas cinco minutos y que tuvo lugar en el Palacio de Carondelet, dos horas después de anunciarse el arresto de Assange, la ministra Romo también acusó a WikiLeaks de formar parte de una trama para desestabilizar al gobierno de Ecuador, en cooperación con dos “hackers” rusos en Ecuador y posiblemente también con el gobierno venezolano.
Romo habló de “uno de los miembros claves de WikiLeaks y persona cercana a Julian Assange” que reside en Ecuador, aunque no reveló su identidad.
“Tenemos evidencias suficientes de que ha estado colaborando con los intentos de desestabilización en contra del gobierno y trabaja de manera cercana y viajó a otros países con Ricardo Patiño”, el ex canciller de Rafael Correa cuando se le otorgó el asilo en 2012.
“No vamos a permitir que Ecuador se convierta en un centro de piratería informática y no podemos permitir actividades ilegales, ya sea para perjudicar a ciudadanos ecuatorianos o de otros países o a cualquier gobierno”, sentenció.
El asilo de Assange en la embajada de Ecuador en Londres, que se extendió por casi siete años, terminó hoy cuando la policía británica lo sacó detenido de la sede diplomática y lo trasladó a una comisaría a la espera de una posible extradición a Estados Unidos.
Fuente: TELAM