Donald Trump dejó atrás cualquier posibilidad de hacer, así sea por una vez, algo sensato. Y nuevamente, volvió a hablar de dos bandos en los incidentes ocurridos en Charlottesville (Virginia), en donde una mujer murió y 19 personas resultaron heridas, cuando un auto conducido por un simpatizante neonazi embistió a manifestantes antirracistas.
Ante la prensa, el mandatario afirmó que la muerte de la mujer y las heridas en el resto de las personas “fueron culpa de ambos bandos”. “Un grupo de un lado fue malo y un grupo del otro lado también fue muy violento, agregó Trump.
Los enfrentamientos en Charlottesville fueron la oportunidad para llevar a la primera plana a los grupos de odio de Estados Unidos, integrados por neonazis, miembros de Ku Klux Klan y otras organizaciones de extrema derecha. A la concentración de estos grupos, convocada para rechazar el retiro de la estatua de un general del Ejército Confederado durante la Guerra Civil, un importante número de militantes de izquierda y antirracistas le respondieron con una contra movilización. Los incidentes se repitieron durante toda la tarde en Charlottesville.
“He condenado a los neonazis, he condenado a muchos grupos. Pero no toda esa gente eran neonazis, o supremacistas blancos, ni mucho menos”, dijo Trump, esforzándose por exhibir una posición neutral y racional sobre lo acontecido. y añadió: “Fue un momento horrible para nuestro país, pero hay dos lados en esta historia”.
Trump también se defendió de las críticas por su demora en condenar la violencia se vivió en Charlottesville. “Antes de hacer una declaración, necesito los hechos”, dijo el magnate.
Los cuestionamientos al mandatario sigue replicándose. Ayer se conoció la renuncia del asesor presidencial Kenneth Frazier, de la farmacéutica Merck, quien dio un portazo disgustado, según expresó, por la posición de Trump ante la violencia racista. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, por su parte, dijo que no puede haber “ambigüedad” sobre lo ocurrido el sábado.
La Federación Estadounidense del Trabajo (AFL-CIO) también reaccionaron ante la violencia de los grupos de ultra derecha pero también ante la posición del presidente, y anunciaron el retiro del consejo de empresarios creado por Trump.
Los medios de comunicación también cuestionaron duramente la actitud oficial de Trump. “El martes eliminó cualquier duda: su reacción inicial de poner a los nazis y a aquellos que protestaron en el mismo piso moral es lo que él realmente siente”, señaló el diario The Washington Post.