La mayoría de esta basura se genera por explosiones propias de los satélites y cohetes y de colisiones con otros objetos, así, ambas situaciones multiplican el número de fragmentos que circulan por el espacio.
“Basura espacial: aspectos prácticos y amenazas fundamentales” es el nombre del informe que asegura que “la cantidad de objetos catalogados se duplicará hasta 2030” y que fue elaborado por el científico Ígor Usovik, jefe de laboratorio de la empresa Tsniimash, el principal instituto de investigación de la agencia espacial rusa.
Todos esos desechos conforman una red que podría causar daños a una nave espacial y es por eso que los especialistas advierten sobre la importancia de encontrar una solución a la basura espacial.
Para dar una dimensión del problema, un objeto de un centímetro podría perforar los escudos de la Estación Espacial Internacional (ISS) mientras que el golpe de otro de diez centímetros podría implicar una “fragmentación catastrófica” de un satélite.