En el día internacional del libro, Ida Vitale recibió el Premio Cervantes

La poeta uruguaya reivindicó la figura del Quijote en un sentido discurso durante la ceremonia de entrega del Premio Cervantes

La poeta uruguaya Ida Vitale de 95 años recibió en el día de la fecha el Premio Cervantes en una ceremonia presidida por los reyes de España. Durante su discurso, Vitale reivindicó la poesía del Quijote, cuya locura considera “frenesí poético” y aseguró que su “devoción cervantina carece de todo misterio“.

Al recibir el galardón la poeta ofreció una irónica disculpa por una afirmación del autor del Quijote respecto al oficio de la poesía, a la que ella ha dedicado toda su vida. “No hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo“. Cervantes “no imaginó jamás que ese género femenino al que se consideraba por oficio llamado a honrar y defender, pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó“, sostuvo.

El discurso de Vitale ha seguido el modelo habitual del género: homenaje a sus precursores, Cervantes, Garcilaso, Baudelaire, vindicación de la lengua española -rejuvenecida y revitalizada en la orilla americana- breve exégesis biográfica y agradecimientos.

En su defensa de la poesía en el personaje de Cervantes sostuvo: “Muchas veces lo que llamamos locura del Quijote podría ser visto como irrupción de un frenesí poético, no subrayado como tal por Cervantes, un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto

Además, la poeta uruguaya recordó en su discurso cómo llegó a Cervantes en su Montevideo natal y se declaró agradecida y emocionada por recibir este galardón que, dijo, le ha llegado tarde.

Mi devoción cervantina carece de todo misterio. Mis lecturas del Quijote, con excepción de la determinada por los programas del liceo, fueron libres y tardías“, rememoró.

En realidad, confesó, supo de don Quijote “por una gran pileta que, sin duda regalo de España, lucía en el primer patio de mi escuela. Allí nos amontonábamos en el recreo en busca de agua“.

Pero junto a la poesía que ve en el Quijote, Vitale señaló que pocos personajes como este han sido más “habitados” por la realidad.

Porque aún lo que es astuta malquerencia vestida de supuestas precipitaciones mágicas tiene detrás acciones de criaturas humanas, que pueden ser malignas y burlonas, pero siempre comprensibles, terrestres y sin inexplicables auxilios divinos”, defendió.

La poeta estuvo acompañada durante la ceremonia de su hija, la arquitecta Amparo Rama, y de dos de sus nietas, Emilia y Nuria.

Ida Vitale, con 95 años, se alza como la quinta mujer de la historia en ganar el prestigioso galardón. Poeta, traductora, ensayista y crítica literaria Vitale formó parte de la llamada “Generación del 45”. Estudió humanidades y fue profesora hasta 1974, cuando debió exiliarse en México, debido a la dictadura militar.

Durante su estadía en México conoció a Octavio Paz. El reconocido escritor la integró en el comité asesor de la revista “Vuelta”. Además, participó en la fundación del semanario «Uno más Uno». Paralelamente, continuó dedicada a la enseñanza, impartiendo un seminario en el Colegio de México.

La obra de Vitale se destaca por su rigor formal, una límpida dicción y un refinado sentido del idioma. Su primer libro se publicó en 1949 con el título de “La luz de esta memoria”

A lo largo de su trayectoria cultivó el ensayo y la crítica literaria. Además se desempeñó como traductora. Tradujo a grandes autores franceses e italianos como Simone de Beauvoir, Benjamin Péret y Gaston Bachelard. Pero también a Jacques Lafaye, Jean Lacouture y Luigi Pirandello.

Su poesía indaga en la alquimia del lenguaje. Establece un encuentro entre una exacerbada percepción sensorial de raíz simbolista y la cristalización conceptual en su perfil más preciso.

Su itinerario como escritora le permitió cosechar prestigiosos galardones. Además del recientemente obtenido Premio Cervantes, recibió otros galardones importantes. Entre ellos se destacan el premio Octavio Paz, el Alfonso Reyes y el Max Jacob.

Entre sus poemarios se destacan “Un invierno equivocado”, “Procura de lo imposible” y “Jardín de sílice”. Mientras que sus obras ensayísticas más importantes son “Cervantes en nuestro tiempo” y “De plantas y animales: acercamientos literarios”, entre muchos otros.

{Con información de Télam}