En un diario, Eva Heyman relató, en primera persona, las atrocidades del Holocausto. Tenía solo 13 cuando murió, en 1944, en una cámara de gas en el campo de concentración de Auschwitz. Sus textos se conservaron y décadas después, fueron traducidos a distintos idiomas.
Considerada la Ana Frank húngara, ahora su vida es recreada en Instagram: allí se muestran los días felices de la pre adolescente con su familia antes de la ocupación nazi. Pero a medida que las historias se suceden (y se ven con la estética que hoy ofrece esa red social, que incluye emoticones y leyendas), la atmósfera de lo que se transmite se torna más y más siniestra.
La ficción basada en un libro y un hecho real es una idea del millonario israelí Mati Kochavi, gurú de las nuevas tecnologías, y su hija Maya. En la plataforma, la curiosa producción se encuentra bajo el nombre de eva.stories (Historia de Eva): se trata de 70 episodios, de corta duración,, ordenados por fecha, publicados en forma de “stories”. De esta forma, se narran los últimos tres meses de vida de la joven escritora.
La producción movilizó a 400 personas para filmar en Ucrania y los gastos ascendieron a más de cuatro millones de euros. Como era de esperar, esta forma de ficcionar el horror del Holocausto generó buenos y malos comentarios.
“Si queremos que las nuevas generaciones no olviden en la era digital, tenemos que llevar el mensaje donde ellos están”, dijo Kochavi, en defensa de su idea. Según el magnate israelí, al quedar cada vez menos sobrevivientes, “es imperativo encontrar nuevos modelos para salvaguardar su testimonio”. La opinión del centro de investigación y museo del Holocausto, Yad Vashem, fue distinta: “Nosotros también recurrimos a Instagram, aunque de diferente manera. No solo hay que utilizar materiales históricos relevantes sobre hechos confirmados, sino que también hay que ser respetuosos”.
Hasta el primer ministro de Israel se pronunció sobre Historias de Eva y, a través de Twitter, señaló que “la gran tragedia de nuestro pueblo se expresa en su esencia”. El Instagram de la serie, en tanto, ya tiene más de un millón de seguidores.