Situada a una distancia de “solo” 12,5 años luz, en la constelación de Aries, con un radio siete veces menor que el solar y con un 8 por ciento de la masa del Sol, la estrella de Teegarden es una de las enanas rojas más pequeñas que se conocen. A pesar de su proximidad, es tan tenue (1.500 veces más débil que el Sol) que no fue identificada hasta el año 2003.
Ahora, un equipo internacional de investigadores descubrió dos pequeños planetas terrestres, denominados Teegarden b y c, alrededor de esta estrella. Los planetas tienen masas similares a la Tierra y sus temperaturas podrían ser lo suficientemente suaves como para albergar agua líquida en sus superficies.
El estudio se publica en la revista Astronomy & Astrophysics y lo lideran científicos de la Universidad de Göttingen (Alemania), pero también participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC), el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Las observaciones que permitieron descubrir estos dos exoplanetas fueron realizadas con el instrumento CARMENES (Calar Alto High-Resolution Search for M dwarfs with Exoearths with Near-infrared and optical Échelle Spectrographs), un espectrógrafo óptico y de infrarrojo cercano de alta resolución construido en colaboración con once instituciones de investigación españolas y alemanas. Está instalado en el telescopio de 3,5m del Centro Astronómico Hispano Alemán de Calar Alto, en Almería.
“Hemos estado observando esta estrella con el instrumento CARMENES desde el inicio de la campaña de observaciones hace tres años, con el fin de medir su movimiento con gran precisión”, explica Mathias Zechmeister, investigador postdoctoral de la Universidad de Göttingen (Alemania) y autor principal del artículo.
Técnica Doppler para descubrir exoplanetas
El método utilizado para la detección de los planetas es conocido como técnica Doppler. Cuando un planeta se mueve en su órbita alrededor de una estrella, provoca en esta un pequeño movimiento de acercamiento y alejamiento que induce un efecto sutil de desplazamiento Doppler en la luz observada procedente de la estrella.
La sensibilidad del instrumento CARMENES es tal que puede llegar a medir este desplazamiento con una gran precisión. Aunque los planetas pequeños producen desplazamientos también diminutos en la luz de la estrella, estos son más fáciles de detectar en estrellas enanas rojas como la de Teegarden porque el movimiento que provoca el planeta es mayor y se repite con más frecuencia.
“CARMENES es el primer espectrómetro de alta precisión en funcionamiento diseñado específicamente para encontrar planetas utilizando esta ventaja de la enana roja”, añade Zechmeister. La temperatura de la Estrella de Teegarden es de unos 2600º C, mucho menor que los 5500º C del Sol, por lo que irradia la mayor parte de su energía en longitudes de onda rojas e infrarrojas, convirtiéndola en un blanco ideal para CARMENES.
“La estrella de Teegarden es la más pequeña y más fría alrededor de la que se ha detectado algún planeta con el método Doppler”, comenta José Antonio Caballero, coautor del estudio e investigador del CAB.
Las mediciones Doppler de la Estrella de Teegarden mostraron la presencia de, al menos, estos dos nuevos exoplanetas. Los datos indican que el planeta Teegarden b, situado a una distancia de la estrella del 2,5 por ciento de la distancia Tierra-Sol, tiene una masa similar a la de la Tierra y un periodo orbital de 4,9 días. El planeta Teegarden c es también similar al nuestro en términos de masa, completando su órbita en 11,4 días y distando de la estrella un 4,5% de la distancia Tierra-Sol.
Dado que la estrella de Teegarden irradia mucha menos energía que el Sol, las temperaturas en estos planetas deberían ser templadas y por eso podrían, en principio, albergar agua líquida en su superficie, especialmente el más exterior, Teegarden c. Este tipo de planetas son el objetivo principal para futuras búsquedas de vida más allá de nuestro sistema solar.
“Los dos planetas pueden ser parte de un sistema más grande”, dice Stefan Dreizler, catedrático de la Universidad de Goettingen y coautor del estudio, y añade: “Las estrellas de muy baja masa parecen tener sistemas planetarios densamente poblados”. Más datos pueden revelar un sistema aún más rico.
“La característica única de nuestro instrumento, que le permite observar simultáneamente en el visible y en el infrarrojo cercano, es fundamental para confirmar la naturaleza de las señales detectadas con ambos canales como debido a la presencia de planetas en órbita, ya que en este caso, la amplitud de la señal no depende del canal con que se mida, al contrario de lo que pasa cuando la señal se debe a variabilidad intrínseca de la estrella”, señala Pedro Amado, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) e investigador adjunto principal de CARMENES.
(Agencia SINC)