El escritor y dramaturgo argentino Ricardo Monti, uno de los más importantes de su generación e integrante del movimiento Teatro Abierto, falleció hoy en Buenos Aires este viernes a los 75 años, luego de haber librado una larga batalla contra el cáncer.
Hombre comprometido con su tiempo histórico -lo que se puede observar en la profundidad conceptual de su novela “La Creación”-, al contrario de muchos de sus colegas que partieron al exterior, sufrió un doloroso exilio interno durante la dictadura cívico-militar establecida en 1976 y fue puntal de Teatro Abierto, junto a colegas como Roberto “Tito” Cosa, Osvaldo Dragún, Carlos Gorostiza y Ricardo Halac.
Esa postura lo llevó a rechazar un importante premio que en 2010 le ofrecía una empresa periodística a la que él consideraba cómplice de aquel régimen, lo que tuvo amplia repercusión en el medio intelectual y subrayó una forma de entroncar la ética con la productividad cultural.
Además de las obras citadas, que suelen montarse con inusitada intensidad por toda clase de elencos, su producción teatral está integrada por “Una noche con el Sr. Magnus & Hijos (1970), “Historia tendenciosa de la clase media argentina” (1971) y “La cortina de abalorios” (1981).
Ese último año codirigió con Mario Sabato el mediometraje “Visita” y en 1989 apareció dando su testimonio en el documental “País cerrado, Teatro Abierto”, de Arturo Balassa.