El titular del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) de Brasil, José Antonio Dias Toffoli, suspendió una investigación por corrupción contra el senador Flavio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente Jair Bolsonaro, al aceptar un reclamo del acusado respecto de vicios en el proceso.
La medida cautelar fue aceptada ayer pero se conoció hoy, y ahora debe ser analizada por el pleno del STF. Por lo pronto, se suspendieron provisionalmente los procesos no solo contra el senador sino contra otras personas cuyos movimientos financieros fueron considerados sospechosos, informó la corte.
A pedido de la defensa de Flavio Bolsonaro, Toffoli, de turno durante la feria judicial, suspendió todas las investigaciones que, como en el caso del hijo del gobernante, fueron abiertas por la Fiscalía a base de datos cedidos voluntariamente por los organismos gubernamentales que vigilan los movimientos financieros sospechosos.
La decisión judicial se extiende a todos los procesos abiertos por la Fiscalía sin autorización judicial a partir de datos cedidos por la Administración Federal de Impuestos (Receita) o por el Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf), ambos órganos del Ministerio de Economía, consignaron las agencias de noticias Brasil y EFE.
“Considerando que la Fiscalía viene adelantando procesos de investigación criminal sin supervisión judicial, lo que es temerario desde el punto de vista de las garantías constitucionales de cualquier acusado, se hace prudente suspender esos procedimientos”, explicó Toffoli.
El texto agrega que “debe quedar registrado, sin embargo, que esta decisión no afecta las investigaciones en los casos en que los datos cedidos por los órganos administrativos de fiscalización y control fueron compartidos (con la Fiscalía) con la debida supervisión del Poder Judicial y con su previa autorización”.
Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del mandatario y que fue elegido senador por el estado de Río de Janeiro en octubre pasado, está en la mira de la Fiscalía desde el año pasado por movimientos financieros atípicos identificados por el Coaf en su cuenta bancaria y en la de 74 ex colaboradores suyos en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
La investigación comenzó por sospechas sobre movimientos bancarios irregulares de Fabricio Queiroz, un ex asesor de Flavio Bolsonaro, detectados por el Coaf y que llevaron al organismo a ceder las informaciones a la Fiscalía, que abrió una investigación por oficio y sin pedir autorización de un juez.