La exposición “Un visionario”, que inaugura mañana en el CCK, recorre la vasta producción del artista mendocino Julio Le Parc desde sus primeras obras realizadas en la Argentina en 1958 hasta sus creaciones más recientes, un itinerario colorido, magnético e interactivo por 160 obras que se despliega en 3.000 metros cuadrados.
Se requiere tiempo para recorrer esta inmensa exposición retrospectiva que atraviesa todas las etapas creativas de este pionero del arte cinético, nacido en Mendoza en 1928, radicado en París desde 1958 y considerado uno de los artistas argentinos más importantes del siglo XX.
Sus famosos móviles son esculturas de las que penden pequeños acrílicos rectangulares y translúcidos, que forman un entramado y al calor del movimiento van mutando de posición, según la fuerza del aire.
Ubicado en el cuarto piso del CCK, los “Juegos” invitan a interactuar y divertirse en sintonía con la llegada de las vacaciones de invierno, una serie de obras participativas, desde colocarse diversos anteojos que transforman la visión circundante hasta accionar un botón que pone en movimiento decenas de pelotas de ping pong.
La exhibición en el CCK se enmarca en el homenaje nacional que se realiza en conjunto con el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), donde se expondrán pinturas, dibujos, acuarelas y grabados; las obras realizadas por Le Parc durante su primera década de trabajo, previo a establecerse en París.
A partir del 13 de agosto, en el Pabellón de exposiciones temporarias del Museo de Bellas Artes se podrá ver “Julio Le Parc. Transición Buenos Aires-París (1955-1960)”, muestra que celebra la obra temprana del prolífico artista, cuya obra se inscribe en la abstracción, el arte cinético, el arte conceptual y el op art.