El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo este viernes el que escándalo desatado en Estados Unidos por los contactos entre el embajador ruso en Washington y varios representantes de la administración estadounidense “se parece mucho a una caza de brujas”.
“Todo esto se parece mucho a una caza de brujas. O a los tiempos del macartismo, que creíamos que en Estados Unidos, como país civilizado, era asunto del pasado”, dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo salvadoreño, Hugo Martínez.
En relación a los contactos que el embajador Serguei Kislyak “realizaba y está realizando” con los representantes estadounidenses y funcionarios del presidente Donald Trump, el jefe de la diplomacia rusa subrayó que “los embajadores, de hecho, se designan para mantener las relaciones entre los Estados”.
“Las relaciones se mantienen a través de reuniones, negociaciones, contactos tanto con funcionarios como con parlamentarios, figuras públicas, organizaciones no gubernamentales, y nadie jamás había cuestionado esta práctica”, señaló Lavrov, citado por la agencia de noticias EFE.
Luego subrayó que en Moscú no quieren ni van a “copiar como monos” este enfoque estadounidense y advirtió que de aplicarse ese mismo criterio al embajador de Washington en Moscú, John Tefft, sería una “historia divertida”.
Esta semana, el diario The Washington Post afirmó que el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, había hablado dos veces en 2016 con Kislyak justo cuando arreciaba la polémica por la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales del año pasado para favorecer un triunfo de Trump.
Sessions no reveló este hecho al ser preguntado sobre contactos entre Moscú y el equipo de Trump antes de su confirmación como secretario de Justicia en el Congreso. Por esta situación, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, entre varios otros legisladores demócratas e incluso algunos republicanos, exigió la renuncia de Sessions, quien negó haber abordado temas electorales con los representantes de Moscú.
La cadena CNN, a su vez, informó, citando fuentes propias, que los servicios de inteligencia de Estados Unidos consideran a Kislyak un “espía y reclutador”.
La portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, calificó de vergonzosas las acusaciones de este tipo, mientras que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, llamó a ignorar los rumores en los medios estadounidenses sobre el embajador ruso.