Durante décadas permaneció en las sombras, sin ojos que lo miraran. Pero la historia del mural de 162 metros de largo pintado por el uruguayo Carlos Páez Vilaró, en un túnel de Washigton, por fin podrá ser visitado por el público.
Se trata de una obra titulada “Raíces de la paz”, que el artista pintó en 1960, en un túnel que une dos edificios de la Organización de Estados Americano (OEA), el principal y el de administración de la Unión Panamericana. “Esta obra maestra está a unos metros de la Avenida Constitución, cerca a la Explanada Nacional, un piso bajo tierra”, dijo Pablo Zúñiga, director del Museo de Arte de las Américas (AMA), a la agencia AFP. Por ese estrecho pasadizo circulan caños de agua caliente y, durante años, el mural solo fue visto por funcionario de la OEA y operarios.
En 1960, cuando Páez Vilaró recibió una donación de 400 kilos de pintura para hacer el mural, el artista contó con la colaboración del pintor argentino Jorge Dumas y de alumnos de arte de la Universidad de Maryland y de la Escuela Corcoran en la realización de la extensa obra. Según comunicó el museo taller Casapueblo -que fue la casa que habitó Páez Vilaró en Uruguay-, el artista o aceptó honorarios ni retribución alguna por su trabajo.
Luego, el mural fue restaurado por el propio Vilaró en 1975 y, en 2002, el artista Roberto Arce hizo otras tareas de mantenimiento. Este año, el mural recibió una nueva restauración.
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“Raíces de la paz” está dividido en diez áreas tonales, que contienen distintas temáticas. En una de ellas, por ejemplo, están representadas las distintas actividades de las comunidades americanas: desde la agricultura hasta la biología. En otra zona, denominada “Zona indiscriminación racial”, el artista representó, a través de distintas figuras con distintos colores, la lucha contra la discriminación.
Otras zonas son la de “Ayuda mutua y aproximación de mercados”, “Mejoramiento físico”, “Comunidad de ideales”, “Defensa del folklore”, “Intercambio cultural y fomento de las artes”, “Explotación de recursos industriales y desarrollo industrial”, “Asistencia a la niñez y erradicación de la ignorancia” y “Respeto a las libertades”.
La apertura del tunel para que el público pueda apreciar la obra -que podrá hacerse hasta el 8 de septiembre- coincide con la inauguración de una muestra de Páez Vilaró en el Museo de Arte de las Américas. Para Zúñiga, el mural representa “un mensaje espiritual”. “Estamos bajo la tierra, bajo el lugar donde se están reuniendo los embajadores. Él le está dando una fuente de inspiración”, expresó el director del museo.
En tanto el uruguayo Luis Almagro, secretario general de la OEA, afirmó: “El mural de Carlos Páez Vilaró es un recordatorio magistral para futuras generaciones que luchan por los ideales de paz”.