El gobierno nacional presentará esta semana un descargo ante el Departamento de Comercio de Estados Unidos contra el aumento de los aranceles del biodiésel de origen argentino.
El viernes último, la Cancillería se reunió con el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos ante Argentina, Thomas Cooney, y conversó con el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross.
El gobierno de Mauricio Macri expresó a los representantes de la gestión de Donald Trump su malestar por la decisión de imponer impuestos de entre 50,29% y 64,17% a la importación del biodiésel nacional.
“Lo que hablamos con el secretario de Comercio de los Estados Unidos es que esto es perjudicial para la Argentina y que se llegue a la cláusula de suspensión lo más rápido posible. Este fue el compromiso que toma. Esperamos tener novedades la semana que viene“, indicó el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, en declaraciones a la prensa.
El funcionario remarcó que la suba de los aranceles de importación estuvo “totalmente fuera de escala”. “Sabíamos que iba a haber un arancel preliminar, porque hubo una denuncia (de dumping) y ese es el procedimiento. Pero, esperábamos que ese arancel preliminar estuviera en el orden del 25 por ciento y no en el 57 promedio, como ocurrió”, agregó.
Cabrera advirtió que el incremento desmesurado de los derechos de importación norteamericanos para el biodiésel argentino “no genera un incentivo en el sector privado americano para sentarse a negociar”. “Con este nivel de arancel, no va a haber ningún tipo de exportación desde la Argentina”, explicó.
La Cancillería argentina negó, la semana pasada, que el gobierno nacional otorgue subsidios a la producción de biodiésel y anticipó que Argentina “evaluará todas las opciones disponibles y se reserva el derecho de llevar adelante las acciones legales pertinentes”.
Frente a una decisión similar tomada por la Unión Europea, el gobierno argentino apeló ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), que resolvió el litigio a favor de Argentina.