Con el 92 por ciento de los votos escrutados, el Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu, logra 32 diputados, igual que la alianza Azul y Blanco, del ex general Benny Gantz, en las elecciones israelíes celebradas ayer, que mantienen el bloqueo político y dejan como gran ganador al ultraderechista Avigdor Lieberman, que con 9 diputados tendrá la llave de la gobernabilidad.
El virtual empate, anticipado ayer por encuestas de boca de urna y corroborado hoy por los datos oficiales publicados por el diario israelí Haaretz, confirma que hasta ahora ninguna de las agrupaciones alcanzará la mayoría en el Parlamento sin el apoyo del partido Israel Beitenu, de Lieberman, que ve reforzado su papel arbitral en la disputa eleccionaria.
Este ex canciller y ministro de Defensa, fue el primero en llamar a un gobierno de unidad con Likud y su opositor, Azul y Blanco, en el que su partido aspira a reservarse una cuota de poder. “Nuestra única opción es un gobierno de unidad nacional de amplia base laica y liberal”, dijo ante periodistas.
En el tercer lugar de estas elecciones se ubicó la Lista Unida, que agrupa a organizaciones árabes, y que conseguiría entre 13 y 15 bancas en la Knesset. Los ultraortodoxos Shas alcanzarían los ocho o nueve diputados, mientras que Judaísmo Unido por La Torá llegaría a los ocho. En tanto Yamina, una coalición de derecha, lograría llevar al Parlamento entre seis y ocho de sus partidarios.
Quienes menos votos recibieron fueron la alianza entre el laborismo y la centro derecha, Laborismo-Guesher, seguidos por la Unión Democrática (que incluye a una parte de la izquierda), y que obtendrían entre cinco y seis diputados.
(Con información de Télam)