La economía es una ciencia y, como tal, comprenderla implica su estudio. Por eso son tan importantes las voces y plumas que, sin bajar la rigurosidad, puedan bajar ese conocimiento repleto de teorías y ecuaciones al común de las personas que investigaron formalmente. Si Marcelo Zlotogwiazda no fue el primero en hacer esto, entonces la pelota pega en el palo.
Zlotogwiazda, que anoche falleció a los 61 años, desplegó su conocimiento en la ciencia económica haciendo periodismo. Con precisión y claridad. Quienes lo conocieron dan cuenta, además, de una persona generosa hacia sus compañeros.
Zloto, como se lo conocía públicamente, así mismo se definía “bien cartesiano”. “Primero dudo y luego existo”, dijo antes de comenzar su último ciclo radial en Radio con Vos. “Me encantan las letras, leo con pasión, pero creo que el mundo es absolutamente inentendible sin los números”, dejó en claro.
El audio en el que Marcelo Zlotogwiazda se descríbía así mismo:
Creía profundamente que para tener una sociedad más justa, los ricos tenían que pagar más impuestos. Pero a pesar de esta posición contraria a la teoría del liberalismo ortodoxo y de los fervientes admiradores del libre mercado, Zlotogwiazda respetaba todas las posiciones y dialogaba con ellas. Detestaba, eso sí, que lo tilden de “equilibrado”. Él no creía en ese equilibrio. En los últimos años fue crítico del kirchnerismo y ahora también del macrismo.
En medios gráficos trabajó en El Periodista, El Porteño, Página/12, Tres Puntos, El Cronista Comercial, Veintitrés e InfoNews. últimamente, colaboraba con Infobae. Pasó también por la Rock&Pop: allí hizo el programa “Aire comprimido”, en el momento de esplendor de esta radio.
Su oficio también lo llevó a radio Mitre y Del Plata. En televisión, fue parte de “Día D”, “Detrás de las noticias” y “La información”. Ahora conducía, todas las tardes, “El horno está para bollos”, en Radio con Vos y también formaba parte del canal C5N. Su método lo llevó a escribir libros en donde combinaba el periodismo, la investigación y su conocimiento económico, como La mafia del oro y Citibank vs. Argentina: Historia de un país en bancarrota. Entre los premios que recibió, se cuentan un Martín Fierro y dos diplomas al mérito de la Fundación Konex.
Por fuera del periodismo, Zloto era marido y padre de dos mujeres. Era conocido por su habilidad y creatividad a la hora de hacer asados, con chorizos con roquefort, por ejemplo. Iba al teatro con frecuencia y también consumía muchas series. Apasionado por el básquet y la NBA, también era hincha de Boca y de Almagro. Reconoció que dejó “algunas adicciones”, y que, en lugar de estas, se hizo un gran corredor, un runner.
Muchos de sus compañeros en el periodismo lo recordaron en las redes sociales y en todos los casos hubo un denominador común: Zloto era “un buen tipo”.