Notre Dame aún sufre el riesgo de un colapso

En febrero comenzarán a retirar los andamios que estaban presentes cuando se produjo el incendio, en una tarea de riesgo para la estructura que quedó en pie.

El fuego que consumió el techo y la aguja principal de la catedral de Notre Dame de París el pasado 15 de abril, no afectó de manera total a las paredes y las bóvedas del templo religioso. Sin embargo, esto no significa que estas estructuras hoy se encuentran completamente a salvo.

En febrero los ingenieros comenzarán la retirada de los andamios -50.000 tubos metálicos, 250 toneladas- que ya estaban presentes cuando se produjo el incedio voraz, y el temor es que esta tarea afecte a la deteriorada catedral. “El edificio todavía es muy frágil”, expresó monseñor Patrick Chauvet, a la agencia AP. Según el sacerdote, hay un “50 por ciento de probabilidades” que, al hacer esta tarea, otras partes de Notre Dame resulten dañadas, aún más de lo que ya están. El mayor peligro es que estos caños caigan y hagan desplomar lo que quedó en pie luego de las llamas de hace ocho meses.

“Un colapso parcial de la bóveda es una posibilidad que aún no se puede descartar”, afirmó otra vocera de la catedral parisina. Por este riesgo es que una grúa gigante, de 75 metros de altura, será la encargada de retirar uno por uno los caños que conforman los andamios. “No sabemos cómo afectará eso a la estabilidad de la estructura”, añadió la portavoz a la agencia Reuters. Con el objetivo de prevenir cualquier tragedia, el edificio se encuentra monitoreado con sensores para que detecten cualquier inestabilidad que pueda poner en peligro la vida de los trabajadores. Una vez terminado este trabajo los especialistas pasarán a verificar el estado de las bóvedas y, recién entonces comenzará la fase de obras, estimada para la primavera de 2021.

En tanto, por primera vez desde de la Revolución Francesa, este 24 de diciembre la catedral permaneció sin actividad y la misa de gallo se realizó en Saint Germain l’Auxerrois, a un kilómetro de distancia, el lugar que, por un largo tiempo, suplantará a Notre Dame en sus servicios religiosos. Los objetos que se encontraban en el interior de la catedral -obras de arte, reliquias- ya fueron inventariados y colocados en un depósito vecino al templo gótico.