Hay pueblos en Europa que, para sobrevivir y no convertirse en “pueblos fantasmas” ofrecen viviendas a precios increíblemente bajos y posibilidades de trabajo. Pero lo que Candelara, un poblado en la la región de Las Marcas (centro de Italia) propone es algo muy distintos: sus habitantes quieren que sus casas y calles se conviertan en un museo a cielo abierto, de la mano del street art.
El pequeño municipio ya cuenta con la intervención de varios artistas, pero ahora quiere ir por el más reconocido en el género: Banksy. Con ese objetivo es que los pobladores de Candelara escribieron una carta pública dirigida al misterioso artista británico, del que no se conoce su identidad, sino solo sus inesperadas obras.
“Querido Banksy, sabemos que es imposible solo imaginar que puedas venir a vernos para traer una sonrisa a nuestra pequeña comunidad. Imposible pensar que nuestras paredes te puedan servir para escribir una página de protesta hacia el orden constituido. Pero al menos queremos que sepas que tenemos páginas en blanco por escribir”, señala el texto, firmado por Lorenzo Fattori, encargado cultural de CandelarArt.
Si bien Fattori reconoce que en un comienzo hubo algunas dudas entre los habitantes del municipio, “hoy, tras las primeras intervenciones del artista florentino Blub, la mayor parte de los habitantes cambió de idea y está entusiasmado con la experiencia”. Es así como ahora quienes visitan el pueblo pueden ver en sus calles de estilo renacentista obras en las que aparece la figura de un ángel o un díptico con Van Gogh y la Joven de la Perla como protagonistas.
Según la carta, el arte callejero es “una expresión de arte imprevisible e incontrolable”. “Cada día puedes despertarte con la incógnita, el deseo y la esperanza de abrir la ventana, o salir al aire libre y encontrarte una nueva obra”, agrega el texto.
“El arte urbano puede convivir con la belleza arquitectónica de nuestro pueblo y puede revalorizar y enriquecer nuestro tejido urbano, hecho de pequeños rincones debido a a la presencia de iglesias y edificios históricos”, apunta la carta que intentará convencer a Banksy de darse una vuelta por el pequeño poblado.
Al final, el texto pareciera concluir con un golpe bajo destinado al artista de Bristol. “La magia de la ‘street art’ en nuestro país fue la de unir a personas de edades, cultura y estado social diferente, acercando sobre todo a quien nunca entró en un museo al maravilloso y onírico mundo del arte. Y hoy son sobre todo los jóvenes quienes preguntan “¿por qué no invitamos a Banksy a Candelara? Por qué debemos decepcionar sus esperanzas?”. Ahora, solo quedará esperar si estas palabras tendrán algún efecto en Banksy.