La venta de cannabis en Uruguay se enfrenta a un obstáculo impensado: los banco extranjeros. Sucede que la ley estadounidense prohíbe que las entidades manejen dinero proveniente de la marihuana, porque choca contra las normas del Gobierno estadounidense que prohíben obtener dinero de la venta de sustancias considerada ilegales.
El panorama no es sencillo en Uruguay: apenas 15 farmacias tienen la autorización para vender cannabis, y a una de ellas el banco Santander ya le suspendió la cuenta por su actividad en relación a la comercialización de marihuana. El negocio tuvo que suspender la comercialización del producto,
Hasta el momento, 13 mil personas ya se inscribieron para adquirir marihuana en Uruguay. Pero con las restricciones que pesan sobre los bancos, el acceso al cannabis podría verse afectado si las entidades continúan con su política de cerrar las cuentas de las farmacias y de las empresas que se relacionadas a este comercio.
El banco Itaú ya anunció que cerrará las cuentas de las firmas que producen marihuana y también de los clubes cannábicos. El Bank of America y el Citibank también se sumaron a las restricciones.
El banco público Banco República (BROU) tomó la iniciativa para salir al auxilio de las farmacias, pero también se vio atado de manos ante las advertencias de los bancos extranjeros que a su vez con el BROU.
Ante este escenario, Uruguay maneja varias alternativas. Una opción sería esquivar al sistema bancario. Otra, que los negocios autorizados para la venta de marihuana trabajen con cooperativas y estas a su vez con el banco estatal. Una tercera alternativa: redes de cobranza. El Gobierno anunció que una delegación viajaría a Estados Unidos para intentar destrabar el asunto.
la novela, sin embargo, no debería haber caído como un balde de agua fría: en reiteradas oportunidades los bancos habían señalado la incompatibilidad de las actividades con cannabis y la bancarización.