Llevar un estilo de vida saludable es importante a cualquier edad. Sin embargo, ahora esta afirmación se ve reforzada en un momento particular de la vida. Investigadores de la Harvard T.H. Chan School of Public Health (Universidad de Harvard, EE.UU.) llegaron a la conclusión de que tener buenos hábitos a partir de los 50 años–beber poco alcohol, no fumar, hacer ejercicio y comer sano– no solo alarga la vida, sino que evita en gran medida el desarrollo de enfermedades crónicas en la vejez.
El trabajo se fue publicado en el último número de la revista BMJ. Los autores destacan que la esperanza de vida se ha alargado de media en todo el mundo. Pero a medida que las poblaciones envejecen, las personas suelen vivir con discapacidades y enfermedades crónicas como el cáncer, las dolencias cardíacas y la diabetes.
En cambio, los resultados de este estudio apuntan a que la adopción de buenos hábitos suma años libres de estas enfermedades en alrededor de 7,6 años para los hombres y 10 para las mujeres, en comparación con los participantes que no se cuidan. El estudio es una continuación de otro previo de 2018 que encontró que el seguimiento de estos hábitos aumentaba la esperanza de vida en general.
Vida larga sin enfermedades graves
Según Yanping Li, científica experta en nutrición y autora principal del trabajo, “el nuevo estudio proporciona una fuerte evidencia de que seguir un estilo de vida saludable en la madurez puede extender sustancialmente los años en que una persona vive libre de enfermedades”.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores tomaron datos de dos grandes estudios realizados durante años en EE.UU. Los de 73.196 enfermeras registradas en el Nurses’ Health Study y los de 38.366 profesionales sanitarios masculinos del Health Professionals Follow-up Study. Todos ellos estaban libres de cáncer, enfermedad cardiovascular y diabetes en el momento de la inscripción.
Los autores utilizaron cinco factores de estilo de vida de bajo riesgo –no fumar, peso saludable, al menos 30 minutos de actividad física diaria, consumo moderado de alcohol y una dieta de buena calidad– para calcular una puntuación de estilo de vida saludable.
Los participantes fueron evaluados regularmente durante un período de más de 20 años. Durante este tiempo, se registraron nuevos diagnósticos y muertes por cáncer, enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.
Después de ajustar la edad, el origen étnico, el historial médico familiar y otros aspectos potencialmente influyentes, los investigadores encontraron que las mujeres que practicaban cuatro o cinco de los hábitos saludables a los 50 vivían en promedio 34,4 años más libres de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, en comparación con 23,7 años saludables entre las mujeres que no practicaban ninguno de estos hábitos.
Por su parte, los hombres que practicaban cuatro o cinco buenos hábitos a la edad de 50 años vivieron 31,1 años libres de enfermedades crónicas, en comparación con 23,5 años entre los que no practicaron ninguno. Además, los fumadores empedernidos y los hombres y mujeres obesos tenían la menor esperanza de vida libre de enfermedades.
Promover hábitos saludables
Los autores resaltan que se trata de un estudio observacional, así que no se puede establecer una causalidad. También existen algunas limitaciones, tales como confiar en los hábitos de estilo reportados por los propios participantes, y que los integrantes sean profesionales de la salud en su mayoría de raza blanca, por lo que los resultados podrían no aplicarse de manera más general, advierten.
No obstante –añaden– los datos cubrieron un gran número de personas con una evaluación detallada y repetida de los factores del estilo de vida durante un largo período de seguimiento. Los investigadores concluyeron que “las enfermedades crónicas tienen un alto coste en los sistemas de salud”. Por ello, “se deberían promover desde la administración estilos de vida más saludables”.