El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi resolvió liberar a 30 de los 31 detenidos el viernes pasado por los incidentes y disturbios que se produjeron en Capital Federal, tras la manifestación por la desaparición de Santiago Maldonado.
Los detenidos fueron excarcelados esta mañana, alrededor de las 6, y quedaron imputados por los delitos de intimidación pública, daños, atentado, resistencia a la autoridad y lesiones.
La única persona que quedó detenida tiene antecedentes penales por robo y no se terminó de acreditar su identidad y nacionalidad. “Por lo que nos dijeron en el Juzgado, creemos que tiene un problema de documentación y antecedentes en otro país. Si no tiene documento, no podemos hacer nada”, indicó el abogado Ismael Jalil, en diálogo con Diario Vivo.
Los 31 detenidos fueron trasladados ayer al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 5, subrogado por Martínez de Giorgi, para ser indagados. De los 31, declararon 14 y el resto se negó.
Los abogados defensores son Jalil, María del Carmen Verdú, de la Coordinadora de Acción contra la Represión policial e institucional (CORREPI) y Matías Alfieri.
El fiscal interviniente es Ramiro González, que avaló las excarcelaciones pedidas por los letrados y requirió al juez alrededor de 15 medidas de prueba para profundizar la investigación.
Jalil destacó la rapidez con la que se expidió el fiscal sobre los pedidos de excarcelación.
“El fiscal resolvió en una hora y sostuvo que había escasez y debilidad en la prueba colectada”, precisó el abogado defensor a Diario Vivo.
“Creemos que hay una causa armada por la policía, es un escándalo. En su denuncia dijeron que todas las detenciones se produjeron a las 20.18 porque los detenidos tiraban bombas, piedras, revoleaban vallados y pintaron edificios públicos”, apuntó Jailil.
Como ejemplos, el abogado relató el caso del José Domingo Morales, “un maestro de Almirante Brown”, que fue detenido en Bernardo de Irigoyen y Avenida de Mayo, a las 22. “Hay ticket de un pago con la tarjeta de Visa, a las 21.46, en una pizzería de la que salía de comer”, agregó Jalil.
El letrado también mencionó el caso de periodistas, fotoperiodistas, un músico y “una chica que no había ido a la marcha y salía del subte”.
También, el de “una boliviana de apellido Barriga”, que estaba haciendo una cobertura fotográfica de la manifestación. “Le rompieron la cámara, que quedó en poder del Juzgado y se la van a devolver”, agregó Jalil.
Por último, el abogado mencionó el caso de un hombre detenido que, a las 21.30, le dejó un mensaje a su mujer avisando que estaba volviendo a su casa y de un músico que fue detenido con sus instrumentos. “Es un absurdo”, opinó el abogado.
Durante la jornada de ayer, unos 500 manifestantes de organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y familiares de los detenidos reclamaron en Comodoro Py 2002, sede de los juzgados federales, por la liberación.