Desde todos los lugares del mundo, la industria del cine está haciendo los malabares necesarios para afrontar la crisis que supone la pandemia. Cines cerrados, estrenos aplazados, rodajes suspendidos, sin saber hasta cuándo la situación será así.
Uno de los últimos en aceptar la derrota fue Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, cuando decidió cancelar el prestigioso certamen. Pero Frémaux se mantiene optimista y sigue buscando alternativas, con la esperanza de que los cines vuelvan a la normalidad, en Francia, entre mayo y mediados de julio, suponiendo que para esa fecha se habrá levantado el confinamiento.
El director reveló en una entrevista para Variety que ha entablado contacto con la directiva de otros festivales europeos para formar alianzas ante las dificultades. Una de las personalidades con las que se comunicó es Alberto Barbera, director de la Muestra de Venecia, que se celebraría entre el 2 y el 12 de septiembre, y por el momento no modificó sus planes.
“Tenemos tres escenarios posibles. El más pesimista nos obligaría a tomarnos un año sabático. El más optimista es con la pandemia neutralizada y el festival celebrándose como siempre. Por último hay una posibilidad entre medias, que conlleva una serie de inconvenientes imprevisibles con los que tendremos que tratar”, dice Barbera sobre el futuro del Festival de Venecia, al medio Cineuropa.
Los responsables deben tomar decisiones, pero la incertidumbre es tan grande, que solo pueden tomarlas con información más sólida y fiable, por ello los detalles de este contacto no han trascendido.
Por su parte, las palabras de Frémaux fueron “Desde el inicio de la crisis hemos hablado de hacer algo juntos si Cannes era cancelado. Seguimos hablando de ello”.
El Festival de San Sebastián, programado para celebrarse entre el 18 y el 26 de septiembre, también evalúa la posibilidad de incorporarse al proyecto.
El Festival de Locarno (Suiza) y el de Deauville (Francia), por su parte, han invitado a Frémaux a idear una propuesta en conjunto. “Son gestos que nos emocionan mucho”, cuenta el último, sin aclarar su respuesta.
Otras ideas
Frémaux, quien confía en la solidaridad entre festivales, también dirige el Festival Lumière, celebrado cada octubre en la ciudad francesa de Lyon, y ya baraja la posibilidad de que este último adopte algunos de los estrenos pensados para Cannes.
También analiza utilizar la etiqueta “Cannes 2020” para todas las películas que ya ha visto el comité de selección y tienen su visto bueno, para ayudar así en su posterior promoción. El comité tiene pensado seguir viendo obras aunque las mismas no lleguen a ser proyectadas dentro de su agenda prevista.
Frémaux descarta la opción de celebrar el festival de forma virtual, puesto que “no tendría sentido”. Tampoco planea acortarlo. “Si el Festival de Cannes se celebra, lo hará de forma completa”, y añade que si lo hace, “significará que la vida ha ganado”.
“Todo el mundo debe saber que si luchamos no es por el festival como tal, sino por apoyar el relanzamiento económico del sector en su conjunto, a escala global”, insiste. “El cine y su industria están amenazados. Hay que reconstruir y reafirmar su importancia con energía, unidad y solidaridad”.